A pesar de las toneladas de cariño que nos han dispensado los patanegra, el marcador les deja a ellos un panorama desolador. El apestado —del que decían que mejor se fuera pronto y se llevara consigo a todos los aficionados que llegaron a esto con él, incluso a los que, como yo, ya estábamos—, ha abierto nuevos caminos que disfrutar y está más cerca de conseguir La Triple Corona que hace un año por estas fechas.
Por irles mal les va a ir peor porque, al parecer, Antonio Lobato y su equipo seguirán retransmitiendo la Fórmula 1 en 2019... un no parar, vamos.
Desconozco qué hueso roerán la temporada que viene ni qué tabarra nueva inventarán, pero lo que es seguro es que llevan la partida perdida de antemano.
El viernes pasado, hablando con Ernesto, le recordaba a mi amigo que con esto del repaso año a año de las 24 Horas de Le Mans [#24LeMans], estaba quedando meridianamente claro que la épica subyacente en la mítica prueba francesa no dependía del número de rivales ni de la densidad de las parrillas. Relatar las hazañas de Bentley en los finales de la década de los veinte del siglo pasado, es también hablar de la Toyota actual...
Y bien, Fernando se ha coronado durante 2018 como vencedor de la prueba de Resistencia más famosa del mundo y esto es algo que nadie le puede quitar, ni empañar. Tanto es así que a día de hoy casi se habla más del futuro del asturiano que del pentacampeón que se parece a Fangio o del alemán que con sus cagadas en pista ha permitido que los números del británico sean siderales de la muerte.
Mal que le pese a alguno leerlo, me siento feliz y bien. Alonso es libre [El último trecho...], y aunque ahora resulte difícil comprender la auténtica dimensión de la palabra «libertad» aplicada a él, doy por seguro que más pronto que tarde la entenderemos. Y lo que resulta más cachondo, si cabe: que la acabarán asimilando los pagafantas que continúan negando la mayor e inventando quimeras en redes sociales con tal de sustantivarse como seres diferentes, más elevados, más neutros, más equidistantes, más impostores o más apasionados.
No recuerdo a nadie como él, no sé de nadie como él. Entre los actuales candidatos no encuentro a nadie como él. Me consta que nació en Oviedo y en 2003 me reconcilió con la Fórmula 1. Sé quién es y lo especial que es y qué sensaciones me provoca, y ante este nuevo escenario que ha abierto de par en par, también sé que me apetece disfrutar a su lado de lo que sea que venga por delante, de su mano siempre.
Os leo.
No recuerdo a nadie como él, no sé de nadie como él. Entre los actuales candidatos no encuentro a nadie como él. Me consta que nació en Oviedo y en 2003 me reconcilió con la Fórmula 1. Sé quién es y lo especial que es y qué sensaciones me provoca, y ante este nuevo escenario que ha abierto de par en par, también sé que me apetece disfrutar a su lado de lo que sea que venga por delante, de su mano siempre.
Os leo.
José,mucha emoción,gracias por escribir lo que muchos pensamos.
ResponderEliminarGrande José. Los pagafantas están en crisis desde agosto.
ResponderEliminar"No recuerdo a nadie como él, no sé de nadie como él. Entre los actuales candidatos no encuentro a nadie como él."
ResponderEliminarGrande Capitán, tus palabras han llegado al fondo de mi esencia alonsista para que me sienta orgulloso de seguir a un piloto que ha sido, es y será uno de los grandes de este deporte (para mí en el podium de los tres mejores de todos los tiempos)y en general del mundo del motor.
Olé por tus palabras y feliz año entrante.
Un alonsista orgulloso de serlo.
Fantástico.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme los sentimientos.
Álvaro
Tanto es así que a día de hoy casi se habla más del futuro del asturiano que del pentacampeón que se parece a Fangio o del alemán que con sus cagadas en pista ha permitido que los números del británico sean siderales de la muerte..................
ResponderEliminar👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏