La frase más famosa de la temporada 2022 coincidió con la primera victoria de Carlos Sáinz en el Mundial F1, y no, a comienzos del séptimo mes del año y los previos de la nona carrera del campeonato no se hablaba del dominio de Red Bull sino de la fragilidad de sus RB18, de la inutilidad de Ferrari a la hora de rentabilizar sus posibilidades, del cabreo de algunos jefes de equipo con Toto Wolff y las medidas anti-marsopeo que comenzarían a ser aplicadas en el Gran Premio de Francia, y, como anécdota, del bocachanclas de Nelson Piquet padre, que había tenido la ocurrencia de llamar negro a Hamilton a finales de junio.
El supuesto abuso de Milton Keynes que se ha puesto tan de moda este año, y su lesiva incidencia en el espectáculo, sencillamente no alarmaban a nadie porque no existía, de hecho, la sesión estaba resultando la mar de entretenida y disputada cuando se acercaba a su ecuador.
Así las cosas, el Gran Premio de Gran Bretaña, disputado el domingo 3 de julio de 2022, comenzaba con Sáinz como poleman, custodiado por Verstappen en la parrilla de salida y Leclerc y Pérez ocupando las plazas tres y cuatro, bueno, y con Guanyu Zhou casi provocándonos un infarto con su brutal accidente sufrido instantes después de haber arrancado la carrera.
La prueba tuvo sus cosillas en cuanto a chez Maranello, pero los tifosi respiramos tranquilos cuando Max Verstappen empezó a perder ritmo debido a que una pieza huérfana durante el encontronazo de los dos Alpha Tauri en el giro 11, interfería en el natural comportamiento del suelo curvado del coche del holandés. No obstante, Iñaki Rueda volvió a servir a Charles una de esas extrañas estrategias tan habituales en la rossa la campaña pasada, y el monegasco se deshizo en pista como un azucarillo en agua tibia con sus flamantes neumáticos duros.
Carlos supo aguantar el tipo y, además, se benefició de la bonita lucha por el segundo puesto que mantuvieron en los compases finales Checo Pérez y Lewis Hamilton. La Scuderia salvaba los muebles con la victoria del español, pero de aquella manera. Ganaba algo de terreno en el Mundial de Constructores, pero el de Pilotos parecía igual de lejos que en Canadá porque Leclerc sólo había conseguido arañar 6 miserables puntos a Verstappen en una prueba pintiparada para haber reducido aún más su saldo de desventaja.
Os leo.
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