La NTT IndyCar Series entra en su recta final y un piloto español la lidera... ¿Quién da más?
Bueno, quedan 6 pruebas a celebrar en apenas mes y medio, y entre la próxima cita en Tennessee, que tendrá lugar este próximo fin de semana (Grand Prix of Nashville), y la de Long Beach el 26 de septiembre (Toyota Grand Prix at Long Beach), únicamente nos queda saber qué lugar ocupa finalmente Álex Palou. El Top Five parece asegurado salvo que medie un percance que nadie desea, y sólo con esto ya deberíamos darnos con un canto en los dientes porque, para el catalán, 2021 está siendo su primera temporada en una montura con opciones reales y el caso es que, el casi rookie, ha estado algo más que a la altura de la confianza que depositó en él Chip Ganassi Racing cuando lo fichó a finales de octubre del año pasado.
Queda mucho trabajo por delante, resulta obvio, pero también que estamos ante un tipo sobresaliente que, debido a su corta edad (24 años), tiene ante sí una prometedora y dilatada carrera profesional por delante en una disciplina que no es precisamente fácil.
Y aquí estamos nosotros, rodeados por la retirada de Valentino y la salida de Messi del Barça, con una prensa generalista que en sus secciones de deportes sigue volcada en llegar a fin de mes, y la que se dice deportiva, mostrándose empeñada en dar de lado un sueño que se puede materializar a poco que nos sonría la suerte. Quedan los medios especialistas, pero así y todo, hay muy poca chicha sobre Álex a la que hincar el diente...
Hace años asustaba pensar qué sería del motorsport en España cuando Alonso se retirara. Bueno, el asturiano no lo ha hecho, pero tenemos nueva hornada para rato en diferentes disciplinas aunque los viejos vicios periodísticos insistan en perpetuarse incluso a través de las nuevas generaciones de redactores. Gracias a Dios, contamos también con gente que entiende que el automovilismo deportivo no consiste sólo en cantar los triunfos parciales o absolutos de nuestros compatriotas, sino en hacer el camino con ellos, con sus sinsabores y alegrías, siquiera para que cuando te acercas a la barra de un bar o cafetería, pronunciando el apellido Palou haya al menos una persona que sepa a lo que te refieres y de quién hablas.
No me enredo más. Este fin de semana entramos de lleno en un episodio que a finales del mes próximo puede haber resultado irrepetible. Haceros un favor y no dejéis pasar la oportunidad de disfrutarlo.
Os leo.
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