Aston Martin por las nubes

Si empezamos quitando a Ferrari de la ecuación siempre hay más posibilidades de que nos salgan los números redondos, ¡nos ha jodido mayo con las flores!

Es lo que ha hecho Omar Szafnauer al referirse a las aspiraciones de Aston Martin con respecto a la temporada 2021: eliminar a Maranello, de manera que parece incluso asequible que la de Silverstone se calce el tercer puesto luchando con McLaren [Queremos ser terceros y que Vettel vuelva a sentirse piloto de F1]. También se olvida de Alpine y, lógicamente, las cuentas le salen todavía mejor.

Sin entrar a valorar este bonito juego de trileros, la posible presencia de La Scuderia en los puestos de cabeza puede hacer astillas el alarde pirotécnico del equipo de Lawrence Stroll, y ni os cuento cómo se puede poner de cuesta arriba concretar ese sueño con hechos, en pista, si contemplamos la posibilidad de que tanto Woking como Enstone se empeñen en lograr la cuarta plaza de Constructores porque ellas sí tienen prevista la presencia de la rossa luchando de tú a tú con Mercedes AMG y Red Bull.

Tampoco se puede negar que hay algo demasiado infantil en toda esta mandanga. 

Aston Martin vuelve a nuestra disciplina después de 61 años —esta parte de la narración es cierta—, pero no sé si cinco participaciones en dos temporadas con resultados discretitos [Un Aston en la F1], dan para un retorno que en palabras de Daddy Stroll va a suponer, y cito: «Aston Martin’s return is the biggest thing to happen to F1 for decades» [El arquitecto galáctico]. Su grandeza la consiguió en Resistencia, actividad que, curiosamente, ha sido dejada de lado desde que el multimillonario canadiense ha tomado el timón.

En fin, yo recomendaría a la plana mayor de Racing Point que bajara el pistón y hablara de Aston Martin en términos de un segundo intento al que, obviamente, le deseo la mejor de las suertes, pero, claro, por si las moscas también metería a Ferrari en cualquier ecuación para 2021, aspiraría a una cuarta posición en el mejor de los casos y cruzaría los dedos para no volver a replicar lo que venía haciendo Force India antes de ser comprada por el padre de Lance, y, sobre todo, dejaría de tratar a la peña como si fuese idiota.

Bueno, nadie me había pedido consejo pero es sábado por la tarde y hay cierta magia en el ambiente, que sé que me entendéis.

Os leo.