Nos pasamos media vida reclamando a otros que hablen de lo que nos gusta a nosotros, y terminamos olvidando que podíamos hacer el esfuercito flanderiano de mover el culo sin esperar a que nadie venga a arreglarnos las macetas.
A mi modo de ver, las noticias sobre José María López son escasas para lo que ha logrado de momento el cordobés, pero en España hay que buscarlas como si fuesen trufas negras. Luego la culpa será de Antonio Lobato, del alonsismo, de la poca cultura deportiva que nos gastamos, pero si no está Fernando Alonso por medio aquí no se moja ni el Tato en eso tan cacareado de elevar nuestro criterio para entender que hay más motorsport allende la figura de nuestro asturiano. Cuando está el de Oviedo sí, ahí nuestros eminentes se remagan y van a destajo con tal de obtener cuota en redes sociales y dárselas en público de apasionados y equidistantes.
Os leo.
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