¡Tú vas a truchas, Ross!

«La tolerancia y la apatía son las virtudes de una sociedad que está muriendo...»

Empezamos con cita de Aristóteles que pillé ayer en Twitter —la red del pajarito se está quedando poquito más que para esto y para echar el rato con los colegas de verdad—, porque somos muchos los que estamos hasta los pelendengues de la derrota que lleva Liberty Media desde que tomó los mandos de la Fórmula 1 en enero de 2017. 

No voy a cometer el pecado de afirmar que con Bernie vivíamos mejor, pero esto de mirar para otro lado cuando Racing Point se salta a la torera el espíritu de la norma y Mercedes AMG sigue perpetuando su hegemonía así pasen mil años, huele a que las ventajas fiscales que ofrece al Circo Gran Bretaña pesan más que mejorar el espectáculo, como se había prometido. Bien, ¿hay que meter a Aston Martin con calzador por aquello del Brexit y salvar los puestos de trabajo que asegura Brixworth?, vale, aceptamos pulpo como animal de compañía, pero no llamemos imbécil al personal. Stroll, con su tiempo de clasificación el sábado pasado, habría sido poleman en 2019, en Hungaroring, claro, y esto merece algo más que encojerse de hombros y pasarse la pelota entre el FOM y la FIA.

De Todt no había mucho que esperar. Toda su vida ha sido un mentiroso arribista y al frente de la Federación no iba adejar de serlo, menos ahora, que acaba su mandato y sigue necesitando amigos para buscarse una honrosa jubilación que justifique lo mucho que ha hecho por el bien de la Humanidad, aunque sea a base de titulares de prensa. Pero lo de Brawn es para nota: le encomendaron enderezar este deporte y estamos recordando a Ecclestone a fecha tal que 22 de julio de 2020, todo un logro, sin duda.

Tres años y medio largos han pasado desde la de John Malone tomó el mano de nuestra actividad, y el british of course ha tirado la toalla con Pirelli, el establishment, los equipos y la madre que parió a Peneque. Pero siempre quedan como salida el río, la cuenta corriente y las truchas. El retiro bien ganado para un tipo que sale por una pasta anual pero no ha sabido, o querido, hacer que todo esto supiera mejor tras el adiós definitivo de Bernie a finales de enero de 2017. Cada vez huele peor aquel 2008 en que el aludido llegó a Honda para hacerla resurgir de su cenizas...

Egos, intereses, money is money, pero a ver cómo explicas que todo esto va de competir en parecidas condiciones, que atrajo a tíos que se jugaban el pellejo, de verdad, porque les gustaba correr y en la actividad se dejaban lo que no tenían con tal de sobresalir y ser los mejores.

Os leo.