martes, 31 de marzo de 2020

¡A qué santo!


La curiosidad me corroe...

Es broma. No entiendo muy bien ni de dónde ha salido ni cómo se ha consumado la historia fantástica de que a Vettel le han ofrecido una renovación a la baja con la intención de enseñarle la puerta, y reconozco que la cosa iba bien hasta que he leído que esto es muy típico de la italiana... 

A ver, a ver. Kimi Raikkonen admite en su libro que se marchó de la rossa a finales de 2009 porque quiso. Fernando Alonso y Luca Cordero di Montezemolo coincidieron en que el español solicitó no renovar. Rubens Barrichello y Felipe Massa terminaron sus respectivos contratos. A Michael le empujaron un poco pero el de Kerpen siguió ligado a Maranello prácticamente hasta que fichó por Mercedes AMG...

Yéndonos más atrás, Irvine y Alesi también concluyeron sus contratos. Johansson lo mismo... Rediós, hay que irse a Prost para encontrar la única patada en el culo en épocas recientes, porque Lauda dio el portazo él. Tambay y Arnoux, y Mansell, no fueron renovados, Andretti parecía el Guadiana pero el hombre guarda un grato recuerdo de la que fue su casa, Berger también, etcétera, etcétera, etcétera.

No sé, mal vamos si el pilar del Lego que se ha montado la prensa consiste en que todo esto es muy típico de Ferrari, ya que a todas luces no es así, máxime si como dice Bernie, los italianos no te dicen las cosas a la cara pero te invitan a una cena. Y aquí resulta curioso que los que el año pasado apostaban porque Sebastian se recuperaría en 2020, se han juramentado en soltar paridas cuando el alemán no ha rodado una miserable vuelta en competición, vamos, que no se sabe si se ha recuperado o no en el momento de escribir estas líneas.

Lo digo cada cierto tiempo y, por lo que se ve, toca recordarlo de nuevo: hay historias buenas y malas, y ésta es mala de cojones. Vettel concluye contrato este año y ya son ganas de andar mareando la perdiz cuando lo más previsible sea que el de Heppenheim decida unilateralmente dar por zanjada su situación en Ferrari para dedicarse a sus cosas sin que una somanta de gilipuertas vayan poniendo puntos y comas a cada paso que da.

#EnCasa. Os leo.

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