domingo, 18 de marzo de 2018

Un matrimonio en el que falta Senna [18-05-2013]


Al hilo de la entrada de anoche [¿Qué pasa con Honda?], me apetecía abrir esta mañana de domingo triste recordando esta otra que escribí hace cinco años para Diariomotor. ¡Cómo pasa el tiempo!, cuántas preguntas me hacía entonces y lo sencillo que ha resultado esperar a que se respondan solas...


McLaren lleva preparando la celebración del 50 aniversario de su fundación desde hace tiempo. Bien mirado, es lo que tiene ser el segundo equipo con más historia y tradición de la Fórmula 1 después de  La Scuderia, que siempre se puede solapar una etapa plagada de malos resultados en pista y horizonte incierto, con fechas y efemérides de todo tipo.

Sin desmerecer en absoluto al que sin duda es uno de los puntales de nuestro deporte, la reciente noticia por la que se ha hecho público su acuerdo de colaboración con el motorista japonés Honda, debe ser enmarcada en un contexto plagado de complicaciones en el cual, la de Woking está tratando de salvar el tipo a base de tirar de tradición y galones.

La salida de Lewis Hamilton de la que fuera su casa a finales de 2012 para pasarse al enemigo (Mercedes-AMG), sancionaba que la maltrecha relación con Mercedes-Benz, suministradora de propulsores de la británica desde 1995 de manera ininterrumpida, había tocado fondo.

A pesar de que el vínculo contractual que mantiene con la de Stuttgart se prolonga hasta 2015, conocida la noticia a la que aludíamos antes, es de todo punto comprensible que McLaren haya estado buscando una alternativa: ¿Renault, Ferrari, seguir con Mercedes…?

La pregunta se responde sola. El calibre de la escudería británica impedía cualquier tipo de alianza con los que han sido sus rivales tradicionales y con quien a día de hoy también lo es, lo que abría la posibilidad a que McLaren estuviera utilizando todos sus recursos para asegurarse un motorista que hiciera honor a su nombre y garantizase su competitividad cuando se comenzó a insinuar que Honda podía volver a la F1.

Pero a pesar de que como dijimos en su momento, la alianza entre McLaren y Honda ofrece un escenario de investigación tecnológica sumamente provechosa para ambas, no conviene olvidar que existen asimismo numerosos matices interesantes de contemplar en la recién estrenada entente ante un marco (el de 2014, con la incorporación de motores turbo), en el que los precios actuales podrían llevar a la asfixia económica a más de una escudería.

En este sentido, la aparición de un nuevo proveedor (Honda) ayudaría a mejorar la oferta disponible y por tanto, a asegurar la viabilidad de la Fórmula 1 como negocio, lo que justificaría el interés mostrado por Bernie Ecclestone para hacer retornar a la marca japonesa a la máxima expresión del automovilismo deportivo, y explicaría perfectamente que un Takanobu Ito que, a finales de 2008 juraba que jamás volvería a la Fórmula 1, apenas cuatro años y unos meses después, se felicite públicamente por su retorno aunque con cautela, ponga de momento en duda que vaya a suministrar a más equipos que McLaren, cosa que cualquiera con dos dedos de frente, da por seguro.

Sea como fuere, al igual que el citado CEO de Honda, Jean Todt, Bernie Ecclestone y el propio Martin Whitmarsh, nosotros también nos felicitamos por la resurrección de este binomio mítico, con la esperanza, eso sí, de que no se replique lo sucedido con Williams-Renault. Y es que más allá de los nombres, hubo hombres que ayudaron con su indiscutible contribución a la consecución de sus éxitos, y uno de ellos es, sin duda, el del malogrado Ayrton Senna, lo que nos lleva a plantear la siguiente pregunta: ¿hay actualmente en la parrilla algún piloto a la altura de este reto?

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