Con Honda pasa, básicamente, que sólo hemos conocido una parte de su historia con Woking —y de aquella manera—, y ahora podría estar tan encabronada que busca cerrar unas cuantas bocas.
Me lo preguntáis con cierta insistencia en redes sociales pero yo no puedo hacer más de lo que he hecho. Cuando Martin Whitmarsh anunció a bombo y platillo que la legendaria alianza entre McLaren y Honda se iba a reproducir a partir en 2015, ya advertí que podía salir como tiro por culata; no por la entente en sí, que sonaba sumamente prometedora, sino por la cantidad de enemigos que iba a encontrar a su paso.
Nadie habla del tema económico y su sombra en todo este asunto, pero la era híbrida es extremadamente cara y el retorno de las cuantiosas inversiones que han hecho los fabricantes pasa por contar con equipos cliente que ayuden a sufragar los gastos, bien pagando, bien ayudando a su desarrollo. En este sentido, Honda molestó desde que su nombre se hizo público ya que, lisa y llanamente, suponía un competidor más a la hora de repartir el mismo pastel.
McLaren tampoco tenía mucho más dónde elegir, para qué vamos a engañarnos. Los problemas de fiabilidad mostrados por los V8 Mercedes-Benz en otoño de 2012 habían comenzado a agriar el ambiente de convivencia entra la británica y su suministrador de motores. Norbert Haug ya estaba al lado de Ross Brawn en la escudería oficial de las tres puntas y con el paso de Lewis Hamilton a Brackley las cosas durante 2013 empezaban a sonar demasiado a aquello que le dijo el alemán a Fernando Alonso en 2007: «3 décimas de menos no las notará nadie...»
Es en mayo de ese año cuando se hace el anuncio [McLaren confirma su acuerdo con Honda para 2015] —a partir de ahí os podéis imaginar cómo va esa temporada y la siguiente para Woking—. Total, desembarca Honda en 2015 y resulta que la estaban esperando con recortada y posta lobera. Todo el asunto aquél de que llegaba con una enorme ventaja porque entraba un año tarde ya hemos visto en qué ha quedado.
Se le aplica normativa de segundo año. Cuatro unidades de potencia para todo la campaña en vez de cinco, y para desarrollo anual, la media de los tokens que no han usado cado uno de los otros fabricantes. Eso hace 9,7, que podrían haber sido 10 por redondear bien, pero que se quedan en 9 redondeando por abajo...
Y Ron Dennis que insiste en 2016 en que Honda es suya, sólo suya [Si trabajar con otros no es bueno para McLaren, en Honda no queremos]. Y el patrón que se va y la prensa británica que empieza a reírse de Honda, a criticarla, a socavar su confianza, a destrozar su imagen pública... Y Sakura busca una salida con Sauber, pero en Hinwil muestran reparos sobre lo que puede hacer Woking con el suministro de cajas de cambio para 2018 y prefieren quedarse con Ferrari [Sauber rompió con Honda por miedo a McLaren]. Y finalmente llega el divorcio y la nueva alianza con Toro Rosso...
¿Qué ocurre con Honda? Pues qué va a pasar, que en 2017 la prensa británica habló de la japonesa más de la cuenta, y no precisamente sobre los asuntos cruciales que explicaban su situación. Y pasa, también, que a día de hoy se hace necesario poner más de una vela a Saint George para que los nipones no nos alegren la temporada... que yo soy de los que piensa que puede suceder, siquiera por lo que mencionaba al comienzo: esta gente podría estar tan encabronada que quiere cerrar algunas bocas en 2018 y a lo mejor lo hace.
Os leo.
Nadie habla del tema económico y su sombra en todo este asunto, pero la era híbrida es extremadamente cara y el retorno de las cuantiosas inversiones que han hecho los fabricantes pasa por contar con equipos cliente que ayuden a sufragar los gastos, bien pagando, bien ayudando a su desarrollo. En este sentido, Honda molestó desde que su nombre se hizo público ya que, lisa y llanamente, suponía un competidor más a la hora de repartir el mismo pastel.
McLaren tampoco tenía mucho más dónde elegir, para qué vamos a engañarnos. Los problemas de fiabilidad mostrados por los V8 Mercedes-Benz en otoño de 2012 habían comenzado a agriar el ambiente de convivencia entra la británica y su suministrador de motores. Norbert Haug ya estaba al lado de Ross Brawn en la escudería oficial de las tres puntas y con el paso de Lewis Hamilton a Brackley las cosas durante 2013 empezaban a sonar demasiado a aquello que le dijo el alemán a Fernando Alonso en 2007: «3 décimas de menos no las notará nadie...»
Es en mayo de ese año cuando se hace el anuncio [McLaren confirma su acuerdo con Honda para 2015] —a partir de ahí os podéis imaginar cómo va esa temporada y la siguiente para Woking—. Total, desembarca Honda en 2015 y resulta que la estaban esperando con recortada y posta lobera. Todo el asunto aquél de que llegaba con una enorme ventaja porque entraba un año tarde ya hemos visto en qué ha quedado.
Se le aplica normativa de segundo año. Cuatro unidades de potencia para todo la campaña en vez de cinco, y para desarrollo anual, la media de los tokens que no han usado cado uno de los otros fabricantes. Eso hace 9,7, que podrían haber sido 10 por redondear bien, pero que se quedan en 9 redondeando por abajo...
Y Ron Dennis que insiste en 2016 en que Honda es suya, sólo suya [Si trabajar con otros no es bueno para McLaren, en Honda no queremos]. Y el patrón que se va y la prensa británica que empieza a reírse de Honda, a criticarla, a socavar su confianza, a destrozar su imagen pública... Y Sakura busca una salida con Sauber, pero en Hinwil muestran reparos sobre lo que puede hacer Woking con el suministro de cajas de cambio para 2018 y prefieren quedarse con Ferrari [Sauber rompió con Honda por miedo a McLaren]. Y finalmente llega el divorcio y la nueva alianza con Toro Rosso...
¿Qué ocurre con Honda? Pues qué va a pasar, que en 2017 la prensa británica habló de la japonesa más de la cuenta, y no precisamente sobre los asuntos cruciales que explicaban su situación. Y pasa, también, que a día de hoy se hace necesario poner más de una vela a Saint George para que los nipones no nos alegren la temporada... que yo soy de los que piensa que puede suceder, siquiera por lo que mencionaba al comienzo: esta gente podría estar tan encabronada que quiere cerrar algunas bocas en 2018 y a lo mejor lo hace.
Os leo.
Esta entrada es muy cómoda,querido Jose!;)
ResponderEliminarMójate y apuesta un jamón a que Toro Rosso hace podio esta temporada. Porque yo creo que no. Vuelven a empezar de cero (en lo que a chasis se refiere) y siguen con un solo equipo para desarrollar el motor. Incluso si hiciesen podio, tampoco sería para tanto. Es obvio que si no se rinden, subirán, pero la pregunta es ¿cuándo?
Alonso se fue de Ferrari y todos le criticaron porque Vettel empezaba a plantar cara a Mercedes. Pero lo cierto es que Mercedes arrasa y no hay quien le coja. Incluso Fernando con el Ferrari lo tendría complicado.
No se trata de hacer podios o ganar una carrera. Para ser campeón hay que ser superior al resto. Y eso incluye a Mercedes. Y eso no se verá hasta que cambien los motores... creo.
Buenos días, Bertor ;)
ResponderEliminarLa parte cómoda aquí esté en que los demás no apuesten jamones. Como digo en la entrada, yo empecé pronto a señalar lo que estaba sucediendo.
Tenemos hemeroteca y basta tirar de ella en Nürbu y otros lugares para comprobar que lo sencillo hasta ahora ha sido pedirle a Honda que hiciese algo que no estaba en disposición de hacer, así que desconociendo qué presupuesto ha puesto la japonesa sobre la mesa para este año, lo propio sería que algún «predictor» se jugase un jamón a que este año va a resultar malo para los orientales.
En cuanto a Fernando, por suerte en este asunto tiene muy poquito que ver. Tiene un coche que le da confianza y eso es lo importante, incluso si se ve en la tesitura de tener que luchar con los Toro Rosso-Honda ;)
Venga, un abrazote
Jose
A mi me interesaría saber el motivo por el que Honda entra en la f1. Sabiendo que Mercedes tenía secuestrada la competición y después de la jugarreta de los tokens de su primer año... Es para pegar un portazo y envíar a Mercedes a la fia y a la madre que los parió a la más absoluta mierda.
ResponderEliminarJe je pues yo en mis delirios paranoico-conspiratorios escribí un "articulo" (ese monstruo de ojos verdes) , contemplando la posibilidad de que el objetivo de honda era motorizar a redbull y de que probablemente no empezarían a carburar hasta ese momento
ResponderEliminarY todo porque me enteré de que abrían un complejo en Inglaterra . En Milton Keynes....
Probablemente era un locura sin más .
Te leo maestro