A los días de filmación (filming days) se les llama así porque a la FIA le parecía demasiado largo «como el reglamento es una puta mierda y limita innecesariamente los entrenamientos, vamos a sacarnos esto de la manga para no hacer el ridículo por encima de nuestras posibilidades.»
Dicho lo cual, me sorprenden lo mismo los que piensan que estas jornadas carecen de relevancia porque forman parte de un evento publicitario (sic), como aquellos que intentan discernir en el rodar de los vehículos algún secreto inconfesable (¡sic, sic, pim pam pum!).
Como todo entrenamiento privado de estas características, la FIA no interviene salvo administrativamente, ergo cada equipo hace de su capa un puñetero sayo. Los motores pueden funcionar con un regimen de revoluciones superior al permitido por reglamento. Se puede pasar del caudalímetro, su santa madre y sus restricciones; la parte eléctrica puedes estar aportando caballos a lo largo y ancho de todas las vueltas; incluso se pueden utilizar partes o elementos que no pasarían ningún control, sólo para experimentar con ellos, o gasolina para un zippo, etcétera, etcétera, etcétera...
Se puede hacer eso y más. Pero resultaría bastante bobo malgastar 100 de los 200 kilómetros permitidos por la FIA —son dos jornadas de rodaje por temporada—, para autoengañarse y contentar a un público que en sentido estricto no debería estar ahí porque este tipo de programas suelen desarrollarse a puerta cerrada, de forma que casi es mejor aceptar que los equipos abordan totalmente en serio los filming days que les corresponden.
Arranque de la plataforma, toma de contacto con el conductor y la pista, primeros datos... La panoplia de cosas guapas (o feas) que saca una escudería de un día como estos nos permitiría llenar varias entradas como esta, pero como es sábado tempranito y he dormido como un bebé después de un viernes en que apenas tuve tiempo para mí, os ahorro cualquier disgusto mañanero y os confirmo que Toro Rosso ha probado en la pista de Misano el STR13 con motor Honda sin ningún contratiempo reseñable.
No le pasa nada a vuestro televisor. Esto no es un capítulo de Cuentos Asombrosos (Amazing Stories), es Fórmula 1. La unidad de potencia Honda que propulsará a los vehículos de Faenza en 2018 se ha estrenado sin que nadie se haya tirado de un puente... ¡Honda resiste! No me digáis que no lo vamos a pasar bien.
Os leo.
Dicho lo cual, me sorprenden lo mismo los que piensan que estas jornadas carecen de relevancia porque forman parte de un evento publicitario (sic), como aquellos que intentan discernir en el rodar de los vehículos algún secreto inconfesable (¡sic, sic, pim pam pum!).
Como todo entrenamiento privado de estas características, la FIA no interviene salvo administrativamente, ergo cada equipo hace de su capa un puñetero sayo. Los motores pueden funcionar con un regimen de revoluciones superior al permitido por reglamento. Se puede pasar del caudalímetro, su santa madre y sus restricciones; la parte eléctrica puedes estar aportando caballos a lo largo y ancho de todas las vueltas; incluso se pueden utilizar partes o elementos que no pasarían ningún control, sólo para experimentar con ellos, o gasolina para un zippo, etcétera, etcétera, etcétera...
Se puede hacer eso y más. Pero resultaría bastante bobo malgastar 100 de los 200 kilómetros permitidos por la FIA —son dos jornadas de rodaje por temporada—, para autoengañarse y contentar a un público que en sentido estricto no debería estar ahí porque este tipo de programas suelen desarrollarse a puerta cerrada, de forma que casi es mejor aceptar que los equipos abordan totalmente en serio los filming days que les corresponden.
Arranque de la plataforma, toma de contacto con el conductor y la pista, primeros datos... La panoplia de cosas guapas (o feas) que saca una escudería de un día como estos nos permitiría llenar varias entradas como esta, pero como es sábado tempranito y he dormido como un bebé después de un viernes en que apenas tuve tiempo para mí, os ahorro cualquier disgusto mañanero y os confirmo que Toro Rosso ha probado en la pista de Misano el STR13 con motor Honda sin ningún contratiempo reseñable.
No le pasa nada a vuestro televisor. Esto no es un capítulo de Cuentos Asombrosos (Amazing Stories), es Fórmula 1. La unidad de potencia Honda que propulsará a los vehículos de Faenza en 2018 se ha estrenado sin que nadie se haya tirado de un puente... ¡Honda resiste! No me digáis que no lo vamos a pasar bien.
Os leo.
Buenos días, son interesantes las consideraciones de Tim Goss, director técnico creo de McLaren, acerca de las diferencias entre un propulsor y otro de cara a la arquitectura del chasis.
ResponderEliminar¿Te imaginas que Toro Rosso comience a ganar carreras?
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