Era 19 de marzo, San José, y en Graining.es señalaba al hombre que más se ha echado en falta en la crisis entre McLaren y Honda: Ron Dennis, el creador de la marca británica en su versión moderna, la figura que resultando crucial para resolver tanta pregunta como tenemos sobre la mesa, a finales de 2017 todavía sigue fuera de foco y envuelto en un acojonante silencio.
Si me dicen a estas alturas de la película que Ron Dennis está detrás del lío monumental que se ha montado a cuenta de Honda y McLaren, lo creo y todo.
Es un argumento que todavía no se ha utilizado pero que justificaría de sobra incluso la perspicacia de los medios británicos al recordar, precisamente ahora, en 2017, que Woking lleva demasiado tiempo sin conseguir un Mundial de Constructores y que el logrado en la categoría de Pilotos por Hamilton en 2008 sólo sirvió como tirita en una herida de dimensiones bastante considerables.
Sea como fuere, bien está que lo hayan recordado, que es a lo que vamos, porque a ver de qué iban a hablar si todas sus previsiones de invierno se han venido abajo como un castillito de naipes ante un soplo de brisa.
Red Bull, por ejemplo, era hasta anteayer la gran amenaza que iba a poner en jaque el dominio de Brackley. Pero mira, los de Milton Keynes han rodado poco y para colmo se han tomado con cierta parsimonia unos problemas ocasionados por la juventud de la unidad de potencia Renault, que si en vez de ser resueltos con el esfuerzo mancomunado de tres escuderías, tres coches y seis conductores, en vez de al estilo McLaren, es decir: un equipo, un coche y dos pilotos, a lo peor dejaban los sufridos por Honda en una mera anécdota.
Y qué decir de Ferrari, si se nos había dicho por activa y por pasiva que Maranello cometía un soberano error por incidir en la italianización de sus cuadros técnicos, pero así y todo, ha superado a Red Bull y a puntito ha estado de dar sopas con honda a Mercedes AMG en Montmeló…
Obviamente no se podía hablar de estas cosas desde las troneras británicas, al menos, no en la profundidad que merecían.
Así que, ya en serio, resultaba mucho más rentable y además, estaba más a mano, incidir día sí y día también en la debacle insostenible de la entente anglo-japonesa.
Soy optimista con la situación, no sé si os habíais dado cuenta.
La principal razón estriba en que los dos actores protagonistas, McLaren y Honda, no han dicho ni media palabra más alta que otra al respecto de su socio.
La segunda está en que, objetivamente hablando, las dos plataformas que optaron por cambiar de planteamiento de cara a 2017, Renault y Honda, han sufrido problemas de juventud en un marco que prevé una evolución constante a lo largo de la temporada sin la presencia de tokens.
Y la tercera, y última, en que doy por seguro que la misma prensa que nos está poniendo la cabeza como un tambor a cuenta del previsible divorcio entre McLaren y Honda, que ha encontrado culpables y ha explorado incluso candidatos para el reemplazo de la japonesa, a poco que las cosas empiecen a ir bien para el MCL32 a partir de Melboune, buscará otro filón, no sé si más generoso en causas y circunstancias, más inteligente o más creíble, pero desde luego tan entretenido como éste o quizás más.
En todo caso, si queremos saber qué hay de verdad en todo este lío monumental lo tenemos fácil, pongamos en marcha una grabadora en una cámara insonorizada y hagamos la siguiente pregunta: «Ron, ¿estás ahí?»
Veo q el motor de Vandoorne de esta mañana se ha roto como tantos otros de los anteriores. No sé si el cambio a Renault para McLaren traerá buenas cosas en el futuro, el tiempo lo dirá pero lo de Honda es un puro desastre tras tres años con ellos.
ResponderEliminarKing Crimson