Balones fuera

Admiro el esfuerzo mancomunado de la prensa galáctica y autóctona por evitar preguntarse ¿qué coño hacemos a final de 2017 sufriendo carreras con un único paso por boxes, que es lo que marca el reglamento?

Escribí en su día al respecto [La estrategia a una parada son los padres], y veo con desolación que hemos aceptado pulpo como animal de compañía. Parar una vez, cambiar de neumáticos, repito, es una obligación establecida en la normativa. Es lo mínimo, que decía aquél, y aquí tenemos una de las razones por las que las pruebas con inicio sobre mojado son mucho más vistosas que sobre seco: se da cuartel a las moñadas que definen el uso de gomas entre clasificación y carrera, y obviamente, cada equipo y cada piloto hacen de su capa un sayo.

Con lluvia por medio el rito de los pasos por garajes se alegra bastante y hay una razón técnica para ello, faltaría más: la diferencia de rendimiento entre compuestos wet y los otros, sí, esos, es tan notable que permite jugársela en un cambio no programado con tal de pillar o superar al rival.

Hemos hablado de esto otras veces, pero si Pirelli no es capaz de ofrecer una diferencia drástica entre sus compuestos para seco nos veremos siempre abocados a cumplir el reglamento y justito, vamos, que es de sobra conocido que hay pruebas que se podrían disputar sólo con unas determinadas gomas porque aguantar, todas aguantan lo indecible, y si se sustituyen no es por otra cosa que por cumplir la normativa.

Si esto ya supone una jodienda para los equipos que dependen de la imaginación y creatividad para rascar algo en pista, arriba tiende a producir trenecitos aunque a muchos les produzca orgasmos pronunciar las palabras undercut u overcut (andercat y overcat en castizo). Un piloto mueve ficha y el rival inmediato responde, pero como sólo hay una parada, pues eso, que la historia da para muy poquito...

Estrategia es una señora palabra que no sé muy bien por qué se ha vuelto tan choni. 

Estrategia es lo que hizo Jean Todt con Michael Schumacher en el Gran Premio de Francia 2004, en Magny-Cours. Cuatro paradas, como lo leéis. Claro que los Bridgestone de aquella época daban para que el de Kerpen tirase como un demonio en cada stint casi en ritmo de clasificación. Las ruedas se desgastaban por uso, no como ahora, y se cambiaban porque hacía falta, no porque hubiese obligación...

No me enredo. Con esto de cumplir el reglamento en plan ramploncete y llamar estrategia a lo que es lisa y llanamente táctica, entiendo que se evita pisar terrenos engorrosos y que Pirelli deje de invitarte a unos pinchos y una cervezuca en su motorhome, pero si la diferencia de rendimiento entre compuestos no da para distinguirlos realmente y el reglamento es el que se encarga de que haya algo de salsilla, lo suyo sería reclamar a la milanesa que trabaje duro en hacer productos claramente diferentes mientras la prensa especialista sigue protegiéndola tirando balones fuera.

«Esperamos que dos paradas sean la estrategia favorita, aunque esto dependerá mucho de la temperatura de la pista y las tasas de degradación. Este circuito proporciona buenas oportunidades de adelantamiento, creando posibilidades para los equipos de adoptar diferentes estrategias si las circunstancias de la carrera les convienen» [Pirelli ve una estrategia a dos paradas en Austin]...

Pues no, en el COTA la táctica ganadora volvió a ser un paso por garajes, lo que manda el reglamento, ni más ni menos.

Os leo.