Me encantan este tipo de carreras que dejan tras de sí un reguero de noticias que apetece coger calentitas, no sea que pasado un tiempo que no tiene por qué ser ni prudencial, se enfríen y dejen de tener chicha.
En fin, jugaba Maurizio anteayer con la idea de nombrar a Tyrion Lannister para ocupar su puesto —la intención, lejos de ser inocua, llevaba bastante metralla: trataba de desprestigiar los rumores que mencionaban un posible intercambio de cromos en la italiana, aludiendo al popular personaje de Juego de Tronos [Ferrari axe rumours forgot to name Tyrion Lannister]—, aunque visto lo visto que ha sucedido este fin de semana durante el Gran Premio de España, nadie diría que no fuese ahora mismo una buena idea.
La Scuderia no es que ande perdida, es que no sabe ni por dónde le sopla el aire.
Decían que estaban a una décima de los chicos de Brackley, pero cuando estos se suicidan dejando pista libre a sus rivales, el enemigo es Red Bull y la culpa la tiene la mala calificación de ayer. Marchionne poco menos que prometió victoria en Barcelona, y a cambio, lo que ha habido hoy son toneladas de hielo con que calmar los moratones.
Y lo cierto es que no se puede hablar de que Ferrari haya hecho una mala carrera en Montmeló. Yo diría que ha sido buena aunque insuficiente, en su estilo.
Lejos de Mercedes AMG, perdiendo terreno por prisas en los despachos y ante la prensa, aunque intentando ganarlo sobre el asfalto pero depositando la responsabilidad a lomos de Kimi y Sebastian. Total, que Iceman sigue endosando puntos de ventaja a su compañero el mesías, y porque es más frío que el alemán, que si llega a estar mi Felipe por allí, las hostias para el equipo habrían sido del tamaño de una hogaza de pan, vamos, como cuando el estandarte rosso era Fernando y su compañero, el paulista que corría para sí mismo, l'uomo Ferrari.
Como tifoso me fastidian estas cosas. Tanto ruido mediático, tanta recuperación de poder, tanta inyección de dinero, y lo máximo que se ha conseguido ha sido volver a la casilla de salida en el juego de La Oca.
No es plan porque no hay plan, porque la estrategia se circunscribe a cada prueba con el correspondiente antes y después, cuando lógicamente, debería mirar mucho más allá.
¿Dónde mira Ferrari? Esta es la pregunta del millón. Pero por aquello de ser honesto cuando os escribo, me cabe decir que siempre ha sido la misma pregunta del millón, con lo cual, es comprensible que el interrogante aburra a un rebaño de ovejas porque nunca parece tener respuesta.
Y lo malo del asunto no es lo que acabo de decir, sino que un mindundis como yo haya sido capaz de predecir el futuro. Se mire como se mire, esto no tiene un pase por mucho que pueda sacar pecho.
Cuando hice el análisis del SF16-H aventuré que no había sido buena idea abandonar la configuración en doble pull-rod, que podía resentirse el cuidado de los neumáticos, que podía dañarse la vida de la unidad de potencia porque la cosa de la carrocería iba muy ceñida y existían unas branquias que no auguraban nada bueno...
También advertí por aquel entonces, que Maurizio, Sebastian y Kimi, hablaban poco en pretemporada porque les iba a tocar bailar con la más fea. Y afilé el colmillo hace poco, afirmando que Raikkonen acabaría siendo quien sacara las castañas del fuego a la de Il Cavallino porque su natural aguanta mejor las presiones e inclemencias ambientales...
Repito: no es ni medio normal que yo dibujara el guión que está siguiendo Ferrari palabra por palabra.
Y repito también que no hay plan, y que a lo mejor ha llegado el momento de llamar a Tyron Lannister a garajes para que Arrivabene pueda salvar el culo al menos, afirmando que cuando lo mencionó no se trataba de una broma, como parecía, sino que era una auténtica alternativa que barajó seriamente Sergio Marchionne con tal de intentar salvar el suyo.
Tyrion: Box, box, box...
Os leo.
Y el pobre nene volviendo a llorar : ..... ¡ Papá , es que ..... Me quieren adelantar.... ¡ , que penoso....
ResponderEliminarEl problema, estimado José, es que cualquier aficionado con dos dedos de frente y, haciendo un mínimo seguimiento del mundial durante estos años, llegaría a estas conclusiones. El problema es que los profesionales de los medios se limiten a propagar los mensajes emitidos por FOM, FIA y equipos sin ningún espíritu crítico, "por el bien del espectáculo". Y esta previsibilidad y este convencimiento del aficionado medio de que no se cuentan más que milongas son el cáncer del deporte. Así que, pocos nos sorprendemos, como muy bien cuentas de la situación de Ferrari. Porque no nos la creímos desde pretemporada. Y cuanto más nos lo vendían, peor. ;). Vettel no es un Salvador. Es el mismo que siempre se vino abajo bajó presión, Kimi no es tan malo, Fernando no era tan malo. Y el problema verdadero de la Scuderia sigue siendo la propia Scuderia.
ResponderEliminarLa temporada pasada se encargó McLaren-Honda de vender humo; pero en comparación este año Ferrari es el mismísimo cementerio de neumáticos de Seseña: tremebunda humareda y algunas llamas.
ResponderEliminarFalta de auténtica creatividad, impaciencia y mucha, muchísima soberbia.
ResponderEliminarNo todo se compra con dinero. Y lo que funciona para unos, puede no resultarte. Les falta un pelín de humildad japonesa, trabajar más duro y dejar de echar las culpas a la mala suerte. Marchionne acabará por resultar una influencia negativa para el desarrollo del proyecto.
La expresión de Vettel en el podio, despojado del papel principal, y por detrás de su compi.
ResponderEliminarPorque resulta hasta poético liderar una guerra sin cuartel contra la alemana, aún sabiéndola perdida. Que hemos mejorado y que ya el año que viene.
Pero si es al Salvador al que se le ha mojado la pólvora, ya... Estamos perdidos! No se puede permitir quedar por detrás de Iceman. Ya serían dos KO, y de eso no se regresa.