Llevan tanto tiempo acusándome de «ensuciar la Fórmula 1 con teorías de la conspiración» que esta mañana la risa me ha imposibilitado escribir siquiera una miserable línea.
Ha sido leer que tras las recientes quejas de Red Bull, Bernie ha insinuado que Mercedes AMG trabajó codo con codo con la FIA —más codo con codo que otros, se sobreentiende—, y que me hayan venido a la cabeza viejos momentos, como aquellos que permitieron que Brackley y Pirelli hicieran algo más que migas en una prueba ilegal que sólo acarreó un tirón de orejas a la primera, aunque también sentó las bases para su mágico reverdecer durante 2013.
No suena muy bien todo esto, la verdad. Da la sensación de que el mandamás conjura sus fantasmas con vino blanco y barato de brik, que en cuanto suena alguno de esos fregaos legales que le asedian más a menudo de lo que desearía, incontroladamente comienza a echar ventosidades. Está mayor y los esfínteres, ya se sabe...
Pero la sensación de que maneja el cotarro más allá de lo deseable, persiste. Hoy son los sobres con los que enjabona las negociaciones o las gabelas con que mejora su cuenta corriente, mañana sus filias o sus fobias y cuando menos te lo esperas, emerge vengativo con su carpeta de facturas pendientes.
En este orden de cosas, me cuesta asimilar que las quejas de Red Bull hayan originado todo este folletín. Más bien soy de la opinión de que la caída irremediable del Gran Premio de Alemania del calendario, podría ser la causa por la cual, Bernie ha decidido poner en evidencia a su amigo Dieter Zetsche ya que si no hay tela, hay amistades que resultan bastante engorrosas.
Hoy es uno de esos días en que me lo creo todo y en los que pienso en los amortizables. Te esfuerzas porque Mercedes-Benz se recobre de su tontorrón retorno a la máxima categoría de la mano de Schumacher, y los alemanes te lo pagan dejando Hockenheim medio vacío, y ahora, negándose a abonar lo que les pides por mantener su Gran Premio, a pesar de que la de la estrella de tres puntas es campeona del mundo y Sebastian ha llegado a Ferrari como el mismísimo Redentor.
¿Y Nico? ¿Y la reunión que mantuvieron con el casco prusiano como testigo?
Dice la Wiki que el efecto Coanda es un fenómeno físico por el cual, una corriente de fluido gaseoso o líquido, tiende a ser atraída por una superficie sólida vecina a su trayectoria. Pienso en Nico como firme candidato a ser campeón del mundo 2015. Y pienso también en cómo le estará afectando todo esto.
Os leo.
Hoy es uno de esos días en que me lo creo todo y en los que pienso en los amortizables. Te esfuerzas porque Mercedes-Benz se recobre de su tontorrón retorno a la máxima categoría de la mano de Schumacher, y los alemanes te lo pagan dejando Hockenheim medio vacío, y ahora, negándose a abonar lo que les pides por mantener su Gran Premio, a pesar de que la de la estrella de tres puntas es campeona del mundo y Sebastian ha llegado a Ferrari como el mismísimo Redentor.
¿Y Nico? ¿Y la reunión que mantuvieron con el casco prusiano como testigo?
Dice la Wiki que el efecto Coanda es un fenómeno físico por el cual, una corriente de fluido gaseoso o líquido, tiende a ser atraída por una superficie sólida vecina a su trayectoria. Pienso en Nico como firme candidato a ser campeón del mundo 2015. Y pienso también en cómo le estará afectando todo esto.
Os leo.
MaredeDeuSenyor
ResponderEliminarVirgendeCovadongaSantinaReinayMadredeDiosNuestroSeñor
ResponderEliminarEste Bernie siempre sabe qué tecla tocar.
ResponderEliminarComo hay cola para disfrutar lo comprado (sí, estoy pensando en Ferrari) ya no pueden ser 3 años seguidos de insultante dominio como los de RB. Ahora toca convencer a Mercedes para que se dejen coger y las carreras las ganen sus pilotos en vez de sus coches. Los de marketing no van a estar muy contentos que digamos.
Saludos
Sr.Polyphenol
Bernie no sólo sabe qué tecla tocar, es que después se la guarda en el bolsillo, con el resto del piano, y te cobra por haberla escuchado.
ResponderEliminarA ver qué sucede con las amenazas de Red Bull de largarse si no les dejan ganar. Yo ya dije hace tiempo que Red Bull estaría en la Fórmula 1 mientras le fuera rentable estar. A su dueño no le interesa un pimiento la magia del motor, sino la rentabilidad de su inversión. Venderá Toro Rosso y acabará por irse a otro lugar. Ellos venden otra cosa: latas.
Dicho esto, resulta curioso echar un vistazo a la clasificación del mundial: Mercedes, Ferrari, Sauber, Williams, Red Bulll, Force India, Toro Rosso, por ese orden.
ResponderEliminarDe todas las escuderías Sauber es, con mucho, la que más ha mejorado. En una sola carrera han conseguido muchos más puntos que en toda la temporada pasada. El motor Ferrari ha sido clave, claro, pero no ha mejorado tanto como para no suponer que el Sauber del año pasado era una piragua sin remos. Cierto que Williams sólo contó con Massa y Red Bull sólo con Ricciardo, pero no se pueden quejar... Monisha ha salvado su cabeza, aunque habrá qué ver qué sucede después de los 15 millones que van a pagar a VanderGarde.
En fin. Esta es una clasificación muy muy provisional. Lo lógico es que en la próxima carrera Williams se aúpe a la segunda plaza y Ferrari baje a la tercera. Veremos.
Hola a Jose y a todos,
ResponderEliminarAficionando: es que como ha dicho muchas veces Jose, en cuanto el motor te permite poner en liza tus virtudes aerodinámicas, la mejoría es visible. Sauber siempre ha hecho coches potables para la pasta que tenían. Su lastre ha sido siempre el motor ¿o me equivoco?
Pero por lo demás, en la F1, todo hienas ávidas, como siempre. Y aún así, a mí me gusta ¡qué coño!
Un saludo,
ABB
¡Huy ABB, lo que has dicho al final!
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