Fanfarria «pa'qué»

No me esparábais, lo sé. Entre Sochi y Austin había hace nada tres semanas de intermedio y recién consumida tan solo una y un par de días de la siguiente, la Fórmula 1 se amustia por las esquinas por falta de víveres. Y es que sin silly season esta temporada parece un zombi, y agotados todos los filones imaginables sobre los cambios de pilotos, asesinadas todas las posibilidades, incluso los que afirman que todo esto suponía algo irrepetible, comparable a la temporada 80 y más allá, callan porque en el fondo, pa'qué.

Cubrimos 2.200 entradas juntos. Esta es la que redondea precisamente el número. Y mientras la dos de un partido que podría ser cualquier otro, decía ayer aquello de que su gente actuaba con el caso de un compañero tramposete que podía militar en las filas de otro y tal, «dentro del ámbito de la rapidez», uno, yo concretamente, imagina que las pruebas, a las nuestras me refiero, también discurren dentro de ese coño ámbito que no hay nadie con dos luces que entienda.

Total, que la FIA investiga a la FIA a cuenta del accidente que tiene a Jules clavado a una cama de hospital japonés, y Charlie mirando a la cara de Whiting, concluye salomónicamente que todo funcionó dentro de lo establecido y a lo peor, la culpa la tuvo el coductor del MR05 dorsal 17, por excederse en actuar dentro del ámbito de la rapidez.

Y algunos medios fueron más veloces de lo aconsejable y sugirieron inmediatamente que Marussia se extralimitó pidiendo a Bianchi que ejerciera de piloto de carreras. Y la rusa protestó solemnemente. Y a mí el decoro me aconseja en este instante que pise el freno a tabla, no sea que Piola, además de razonar sobre el tamaño de mis pantalones cortos, acabe descubriendo que la aerodinámica es eficiente solo cuando existe en el vehículo un correcto posado en pista.

En fin, la madre del piloto francés nos recordaba hace nada que le dolió tanta insinuación sobre su hijo pero que así y todo, entiende que la Fórmula 1 es un negocio... Pero Kamui delataba hoy mismo que Caterham está ahorrando incluso en seguridad porque no llega a fin de mes, ni a fin de temporada, ni siquiera a su entierro, admitiendo de paso que sintió miedo en Sochi.

Para que vamos a pensar en que el domingo 5 de octubre se nos acabó aquello de «llevamos 20 años sin accidentes con consecuencias graves en Fórmula 1» y que sin querer o queriendo, nos hemos convertido en infelices protagonistas de cómo el cronómetro del miedo ha vuelto a ponerse a cero, para recordarnos a partir de ahora que mientras la FIA investigue a la FIA y Whiting nos diga si Whiting lo hizo bien o mal en Suzuka, ninguno de nosotros estará totalmente seguro porque todos viajamos dentro del ámbito de la rápidez, pero sin cinturón de seguridad ni estructura que proteja nuestra cabeza.

Total pa'qué. Total pa'qué... #AvantiJules.