No todos los días muere el mejor alcalde del mundo; no todos los días son hoy.
Respetado incluso por sus más acérrimos enemigos políticos, Iñaki es ante todo el alcalde de Bilbao que me estrechaba la mano cuando ambos coincidíamos en el ascensor de la casa de mi suegra, donde viví hasta 2011, mientras yo le preguntaba que qué tal iba de lo suyo y él me contestaba con una sonrisa: peleando...
Agur, Iñaki. Agur!
DEP
ResponderEliminar¿Por qué tienen que irse siempre los buenos?
ResponderEliminarKing Crimson
Día plomizo y gris. Sirimiri en el corazón.
ResponderEliminarTe echaremos de menos, Alcalde.
Gero arte.
En Madrid, sin embargo, tenemos que soportar a una inepta total, que ni vive en la ciudad que gobierna, y que siquiera ha sido elegida por los ciudadanos. Así nos va.
ResponderEliminarHace diez años como madrileño me sentía orgulloso de la limpieza de las calles, que regaban todos los días. Ahora camino por aceras llenas de mierda de perro, papeles, meadas, suciedad incrustada... Al punto que en mi casa hemos establecido la costumbre nórdica de dejar los zapatos junto a la puerta porque me da asco que toda la roña que hay en la calle entre en mi hogar.
Lamentable.