Todos los años nos asaltan un puñado de dudas que precisan ser
resueltas a toda pastilla. Da lo mismo que sea el mes que sea, que la pregunta del millón hace acto de presencia cuando menos lo esperas, para tirarte de las solapas mientras exige una respuesta al consabido ¿cómo vamos?
Lo de menos es que la contestación logre calmar el ánimo a nadie, lo
importante es que ese alguien, yo mismo, pongamos por caso, deje de
sentirse solo clamando en el desierto. Y lo cierto es que este año,
cuando la pregunta de marras nos asalta apenas hemos dado unos pasos en
el campeonato, la respuesta es mucho más sencilla que otras veces,
porque a ver, si esta sesión parece la misma de 2012, si los coches de
2013 son casi idénticos a los de hace unos meses, si sólo han cambiado
un pellizco de matices, si no hay grandes evoluciones ni revoluciones ni
nada por el estilo, lo normal es que tomemos pie en el año en el que
los mayas se quedaron sin tinta para continuar su calendario, y en vez
de prismáticos, cojamos las lentes de leer para posar nuestros ojos en
lo que hay, que no es otra cosa que lo de antes pero un poco puesto al
día, sólo un poco.
Bien, así las cosas, si entre el Gran
Premio de Hungría y el de Bélgica de 2012 nos tragamos todo un agosto
en el que las escuderías se aplicaron de lo lindo para intentar llegar
vivas a Interlagos y nadie se puso tonto ni pejiguero con los
resultados, menos aún se volvió loco desentrañando enigmas
indescifrables, hagamos el ejercicio de pensar que entre noviembre del
año paso y marzo del corriente, la F1 ha disfrutado de unas vacaciones
algo más largas, y que ahora estamos disfrutando nosotros del trabajo
que han realizado los equipos para sortear 2013 con lo puesto
en aras de ponerse a pensar cuanto antes en ese 2014 que como nos
decuidemos se nos echa encima a todos, que en el fondo es lo que pienso
honestamente que ocurre.
¿Lo tenemos? Pues hale, echemos un vistazo.
¿Qué equipos han arriesgado en sus planteamientos? McLaren, Sauber y
Williams. ¿Cómo les va? Fatal, para qué vamos a engañarnos. ¿Qué
escuderías han mejorado lo que tenían sin meterse en jardines? Mercedes
AMG, Sahara Force India, Marussia y Lotus. ¿Cómo les va? Razonablemente
bien, vamos, que han rentabilizado el esfuerzo a las primeras de cambio.
¿Qué nombres tenemos por ahí que se han tomado este año en plan
sabático? Caterham y Toro Rosso. ¿Cómo van? ¿Quién contesta a ésto? Y
por último ¿qué escuadras se han limitado a retocar sus monoplazas? Red
Bull y Ferrari. ¿Y cómo van? Como iban, ni más ni menos.
2013, bajo mi humilde prisma de ver nuestro deporte, no es otra cosa
que una temporada puente, un 2102 en segunda ronda, una prolongación de
éste, un esperar a un 2014 que amenaza poner la casa patas arriba en
cuanto llegue.
Así el asunto, la cosa está meridianamente clara o me lo parece, al
menos en estos primeros compases del campeonato. La de Milton Keynes y
la de Maranello, viviendo de las rentas y del abono del terreno, en todo
caso, como terminaron 2012 aunque con un puntito más a favor de la
italiana que hace unos meses. Lotus, sin duda mejor porque su apuesta
por clonar las soluciones austriacas, parece que está dando resultados
incluso sin necesidad de quitar el feo escalón del morro de sus coches.
Mercedes AMG, con tiempo de haberse quitado de encima el D-DRS, a Haug y
a Schumacher, parece otra pero en realidad es la misma pero sin plomo
en los bolsillos. McLaren, lamentando haber dado a luz el MP4/28 y
pensando en resucitar el MP4/27 como las cosas se pongan más chungas
—¡ojo al dato, que pensar en volver al coche del año pasado, viene a ser
como certificar que esta sesión es la de 2012 pero con prórroga!—.
Sauber, buscando el norte que se dejaron en Winhill en noviembre. Sahara
Force India, con penurias económicas o no, ha estirado el VJM05, lo ha
vestido de VJM06 y ha entendido por fín que las temporadas hay que
comprenderlas en su momento y no a toro pasado, aunque como no ha pasado
el toro… pues eso. Toro Rosso, explorando soluciones para 2014 que
entenderemos el año que viene. Caterham con ictus. Marussia
buscando patrocinadores que paguen lo que viene en unos meses. Y
Williams, ¡ay Williams!, maldiciendo no tener el dinero que tiene
McLaren para rescatar el FW34 y ponerlo en perfecto orden de revista.
¿Cómo vamos. Bien, mal o regular? Sinceramente tengo que contestar que vamos yendo.
Os leo.
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