La herejía de Woking

El diseño sorpresa de 2012 ha vuelto a dar de nuevo en el timbre adecuado, y amenaza con volver a ganar en Sepang como hiciera en Melbourne hace una semana.

El MP4/27, solución afinada de su predecesor el MP4/26, ha impuesto su propia lógica buscando continuar siendo alternativa a la idea del todopoderoso Newey, y hete aquí que este año parece liderar la parrilla mientras la austriaca se recobra sin duda del susto.

El caso es que el morro de yubarta del trasto británico supuso en cierto modo una soberana sorpresa, precisamente por no seguir a pie juntillas las indicaciones ofrecidas en El manual de buenas costumbres para ganar carreras editado en Milton Keynes, biblia que como es sabido disfruta de más lectores que El código Da Vinci y ha originado más creyentes que la dieta Dukan.

Así, el año pasado, a Ferrari la crujieron de arriba a abajo por perseverar en la idea de que una suspensión trasera tipo push-rod era más adecuada para su 150 Italia que usar una pull-rod con tal de seguir los pasos del RB7. Es cierto que en 2011 Adrian todavía era Adrian, y aunque defendí a capa y espada la alternativa puesta sobre la mesa por la de Maranello en su vehículo, más por suponer una nota disonante en mitad de un rebaño uniforme hasta decir basta, tengo que admitir que no fue una buena idea, incluso después de saber que las suspensiones del Red Bull no era precisamente las señas de identidad de la gloriosa capacidad que tenía el niño de Newey para ir por la vida ejerciendo de extraterrestre en manos de Sebastian Vettel.

Este año estábamos en las mismas, pero en sentido contrario. A ver, ¿a quién coño se le había ocurrido en La Scuderia innovar más que el mago británico, colocando pull-rod donde el RB8 dice que va de perlas la push-rod? Y decía al comienzo de este párrafo que estábamos así con Ferrari, porque por suerte amanecía en el horizonte la herejía de Woking, para quemar la biblia de Milton Keynes en la hoguera, y para demostrar de paso, que no hay mejor camino en la vida que el que uno elige, por complicado que sea a su comienzo, por duro que resulte dar por él los primeros pasos, porque a veces es mejor ser cabeza de ratón que cola de león ya que el trayecto siempre es largo, muy largo, demasiado largo, para ti y para tus rivales.

Por fortuna alabé el diseño del MP4/27, y por suerte puse a McLaren al frente de mi quiniela de pretemporada, incluso llegué a escribir aquello de: «el MP4/27 parece haber sido diseñado para obtener los mejores réditos en calificación y en velocidad punta (modelo Hamilton), aunque a diferencia de lo visto otros años, esta vez todo indica que en McLaren se han tomado en serio considerar dotar a su plataforma de un comportamiento más noble en curva (modelo Button).»

Como esto no cambie pronto, me temo que 2012 lo firmamos en plata.