La regata malaya [Sepang]

En un escenario donde la calidad de los coches pone constantemente en cuestión a los pilotos que los conducen, se agradece que cumpliera su palabra el dios de la lluvia que me susurraba anteayer que iba a diluviar en Sepang, porque en una situación tan cambiante en la que intervienen tantas y tantas variables, hemos podido disfrutar por fin de algo de manos y cerebro sobre la pista.

Ha ganado merecidamente Fernando, demostrando que el coche que no estaba allí hacía acto de presencia en Malasia, al menos para dejar que el asturiano pusiera el resto, porque desengañémonos de una vez por todas, los pilotos también forman parte de la maquinaria de las escuderías y cuentan tanto como el último tornillo. Seguramente por eso mismo Alonso está en Ferrari, por indispensable y necesario.

Pero la segunda prueba de este campeonato debía haber llevado el nombre de un soberbio Sergio Pérez, pues habiendo firmado una impecable carrera, ha cedido la rodilla cayendo en la boba emboscada que le ha tendido Sauber rompiendo estúpidamente su concentración cuando iba a la caza del español, para avisarle de que venía lluvia y que por tanto protegiera una segunda posición que debía haberse convertido en la primera victoria del mejicano en F1. Checo no se salía en la curva, no cometía ningún error, el que metía la pata era el muro de la suiza, para que nos entendamos.

Cerrando el podio aparecía un Lewis Hamilton que ha bregado bastante incómodo sobre su MP4/27, mientras su compañero llevaba peor suerte después de jugar a la lotería en un día pleno de malos augurios para la de Woking. Tras él, Mark Webber salvando los trastos de una Red Bull que hoy no ha estado en su sitio porque el RB8 empieza a mostrar claramente sus carencias.

Luego venía Kimi, al que se intuía disfrutar como un jabato detrás de la visera de su casco, y más tarde Senna sobre un Williams que hoy no era el de Melbourne. Y por destacar algo más en esta sucinta reseña que huele a gloria, el francés Vergne, quien sobre su Toro Rosso ha sabido mantener la cabeza alta aunque haya llegado detrás de Paul Di Resta y delante de Nico Hulkenberg.

Detrás, todo lo demás. Mercedes AMG haciendo aguas con sus dos pilotos. Sebastian, que tiene que comprender rápidamente que se acabó lo de las vacas gordas, que atesora mucho más de lo que ha demostrado hoy, y que tiene la obligación de deleitarnos de nuevo porque tiene calidad de sobra. Mal Romain Grosjean, firmando el segundo cero consecutivo en dos carreras, y lo que es peor, en las primeras vueltas. Y mal un Felipe al que ya no puedo defender por mucho que quiera. Pésimo, tan pésimo que recibiendo la orden de atacar a Rosberg se ha deshecho sobre una Ferrari que permitía a Fernando poner proa hacia la victoria final.

Para terminar, Catheram ha dado muestras de correr en casa, pero como corría hace dos años, o peor aún, ya que los Marussia han ido en ocasiones mejor. Y HRT, haciendo de tripas corazón y terminando su primera prueba de la temporada con sus dos hombres sobre la pista.

Y hasta aquí ha sido todo por esta mañana con una hora de menos. Nos leemos esta tarde.