Con la presión mediática convenientemente situada en el campo de Ferrari, a uno, a mí, por ejemplo, le entran ganas de preguntar sobre qué medios moviliza Red Bull para mantener Milton Keynes al pairo de las miradas inquisitoriales y aviesas.
No es por nada, pero la austriaca es la que defiende el título, los títulos, más bien, y la que en justicia debería sufrir mayor incomodo por centímetro cuadrado durante este periodo entre temporadas, pues la saga exitosa iniciada con el RB5, en buena lógica tendrá que vérselas tarde o temprano con un tropiezo, si no con un descalabro en toda regla, y podría ser que sucediera a la vuelta de la esquina.
Pero no, todo bicho viviente con la vista puesta en Maranello, de manera que incluso Woking se beneficia del momento de solaz y trabaja tranquila, por no mencionar lo panchos que andan en Brackley los de Mercedes AMG Petronas.
Ante este estado de cosas, a uno, a mí de nuevo, se le ocurre pensar en la cantidad de dinero que invierte a diaro en publicidad la de las bebidas energéticas a través de sus numerosas divisones, y en el poder que tiene que dar tanto dólar y euro sobrevolando las redacciones, y en lo sencillo que tiene que ser poner la pelota en el tejado adecuado cuando se da de comer a tanta gente y se sostiene tanto tinglado a golpe de talonario.
Entendedme, el advertisement no es del todo un juego limpio, ni mucho menos, tiene también su lado oscuro, sobre todo cuando se aleja de los colorines que salen en pantalla o visten las páginas de las revistas y periódicos, para materializarse en los despachos. Y a uno, a mí otra vez, le da por pensar en lo fácil que está resultando para Red Bull dejar que Adrian Newey se quite quince o veinte años de encima (sí, el de arriba es él), mientras a su competencia rossa la astillan los flancos con fuego de lombarda.
No me cabe ninguna duda de que el RB8 saldrá bueno, a fin y a cuentas está siendo desarrollado a fuego lento y sin prisas, como mandan los cánones de los viejos fogones, lejos de las impertinencias que sólo tienen ojos para La Scuderia, y que apuestan ya sobre la bondad del futuro trasto italiano o sobre sus previsibles erratas, sin siquiera haberlo visto ni rodando ni quieto...
Y a uno, a mí en definitiva, le tientan los dedos a escribir que a lo peor estamos haciendo de marionetas en una pieza de teatrillo donde la reina sigue esperando tranquilamente en su caja, adornada por una superioridad que aún no ha tenido tiempo de demostrar.
¿Qué hay del F-Duct delantero de Mercedes? ¿Por dónde irán las líneas maestras del MP4/27? ¿Cómo van a sortear unos y otros la nueva normativa? ¿Cómo se prevé que afecte la nueva disposición de los escapes a la estela de calor? ¿En qué quedó el resurgir contra todo pronóstico del STR6 de Toro Rosso? ¿Y del RB8, se sabe algo...?
Pues eso, que hay mucho material del que hablar sin tener que mencionar a Ferrari.
No es por nada, pero la austriaca es la que defiende el título, los títulos, más bien, y la que en justicia debería sufrir mayor incomodo por centímetro cuadrado durante este periodo entre temporadas, pues la saga exitosa iniciada con el RB5, en buena lógica tendrá que vérselas tarde o temprano con un tropiezo, si no con un descalabro en toda regla, y podría ser que sucediera a la vuelta de la esquina.
Pero no, todo bicho viviente con la vista puesta en Maranello, de manera que incluso Woking se beneficia del momento de solaz y trabaja tranquila, por no mencionar lo panchos que andan en Brackley los de Mercedes AMG Petronas.
Ante este estado de cosas, a uno, a mí de nuevo, se le ocurre pensar en la cantidad de dinero que invierte a diaro en publicidad la de las bebidas energéticas a través de sus numerosas divisones, y en el poder que tiene que dar tanto dólar y euro sobrevolando las redacciones, y en lo sencillo que tiene que ser poner la pelota en el tejado adecuado cuando se da de comer a tanta gente y se sostiene tanto tinglado a golpe de talonario.
Entendedme, el advertisement no es del todo un juego limpio, ni mucho menos, tiene también su lado oscuro, sobre todo cuando se aleja de los colorines que salen en pantalla o visten las páginas de las revistas y periódicos, para materializarse en los despachos. Y a uno, a mí otra vez, le da por pensar en lo fácil que está resultando para Red Bull dejar que Adrian Newey se quite quince o veinte años de encima (sí, el de arriba es él), mientras a su competencia rossa la astillan los flancos con fuego de lombarda.
No me cabe ninguna duda de que el RB8 saldrá bueno, a fin y a cuentas está siendo desarrollado a fuego lento y sin prisas, como mandan los cánones de los viejos fogones, lejos de las impertinencias que sólo tienen ojos para La Scuderia, y que apuestan ya sobre la bondad del futuro trasto italiano o sobre sus previsibles erratas, sin siquiera haberlo visto ni rodando ni quieto...
Y a uno, a mí en definitiva, le tientan los dedos a escribir que a lo peor estamos haciendo de marionetas en una pieza de teatrillo donde la reina sigue esperando tranquilamente en su caja, adornada por una superioridad que aún no ha tenido tiempo de demostrar.
¿Qué hay del F-Duct delantero de Mercedes? ¿Por dónde irán las líneas maestras del MP4/27? ¿Cómo van a sortear unos y otros la nueva normativa? ¿Cómo se prevé que afecte la nueva disposición de los escapes a la estela de calor? ¿En qué quedó el resurgir contra todo pronóstico del STR6 de Toro Rosso? ¿Y del RB8, se sabe algo...?
Pues eso, que hay mucho material del que hablar sin tener que mencionar a Ferrari.
Puestos a pensar además del dinero que van a distintas partes, red bull tiene fama de hacer las mejores fiestas, y en esas fiestas hay muchos que se lo pasan muy bien (seguro que unos mejor que otros ;) ). Siempre creí que la fama era demasiada para una simple fiesta de después de las carreras
ResponderEliminarLa empresa RedBull es famosa en el mundillo empresarial por su total opacidad (ríete tú del secreto de la composición de la Coca Cola...). Todo lo que expone en promoción de marca lo esconde en datos contables. No se conoce prácticamente nada de sus fuentes de financiación,de sus beneficios,...No cotiza en Bolsa...ni se le espera. Tu que eres muy "amigo" de lo neoliberal, tienes en esta empresa el paradigma del término aplicado a la microeconomía.Desde estas posiciones estilo "lado oscuro de la fuerza", es relativamente fácil moverse entre bambalinas y jugar bazas con cartas que los "rebeldes" no tienen. Por blancos.O rojos, en este caso.¿Cómo se puede empezar a construir un coche de F1 sin conocer con exactitud la reglamentación técnica de la próxima temporada?; ¿es posible esa cocina a fuego lento de la que hablas, sin conocer datos que otros pueden desconocer?;¿cómo se puede tener acceso a esos datos "ocultos"?. ¿Fiestas, como dice Anónimo?.¿Dinero contante y sonante, como pensamos otros?.
ResponderEliminarPues que Ferrari pague más. Todos los que están ahí juegan a lo mismo. El caso es que Ferrari es referente en la F1, siempre se hablará de lo que hace, deja de hacer....una marca de bebidas energéticas nunca debiera ser más que un patrocinador más de un piloto o un equipo.... pero.... misterios del "negocio", no sólo es el equipo dominante de la F1, sino que tiene varios equipos y patrocinios en distintas modalidades del motor. Toda esa inversión tiene que tener, obligatoriamente, benificios.Sino no se invierte.
ResponderEliminarAhora bien, si el equipo se llamase Trinaranjus, no creo que tuviese el mismo éxito.
Un besote,
Susana
Ferrari siempre estará en el ojo del huracán pero este año Domenicali se está empeñando en que lo está aún más. No me parece muy inteligente por su parte y, o tienen algo que saben que va a ser la bomba o están jugando al cortoplacismo; y como ejemplo deberían ver lo que le pasa al Madrid.
ResponderEliminarSe habla incluso que Mateschitz realizó un pacto con el diablo y es el que está detrás de las agencias de calificación. Es socio fundador del Club Bilderberg y padre no reconocido de Pepe, el defensa del Real Madrid.
ResponderEliminarAhora en serio. Este juego se juega con las mismas cartas para todos. También sabemos que cuando se reparten las cartas hay quien habla con la Banca y pide algún cambio en las reglas del juego. Unas veces con más éxito que otras.
Parece que a los famosos trileros les molesta que haya llegado un nuevo miembro a la ciudad. Ya pasó antes, pero la diferencia es que éste se quiere quedar.
Por cierto, el silencio entorno a Mclaren sería digno de estudio, porque lo de los anuncios no vale para ellos.
Finalmente, puede ser que lo originado entorno a Maranello fluya en el sentido contrario al que creemos. Es decir, que a la casa italiana le interese vender humo en cantidades industriales. Siempre es bueno que hablen de tí, aunque sea mal (o mentira).
Sería interesante analizar también el porqué de que se insista tanto en que Red Bull se marchó de la FOTA por tramposa contable y no porqué sigue Ferrari percibiendo del amigo Bernie a pesar de no ganar ningún campeonato. Aclaremos que desde que se firmó el famoso pacto de restricción de gastos RBR insistió en que se fijasen unas normas detalladas de su cumplimiento y todo el mundo silbó con alegría.
Remato como empiezo: trileros jugando con las mismas cartas.
RBR es un monstruo empresarial más que deportivo. Leí hace tiempo que todos los beneficios que obtienen por la sponsorización de eventos y las victorias de los campeonatos los vuelven a reinvertir casi en su totalidad para seguir promocionando más y más deportes, shows, academias, etc.
ResponderEliminarSólo hay que darse una vueltecita por su página web para alucinar de la magnitud y del peso de Red Bull.
En cuanto a la RRA (Resource Restriction Agreement)creo que hay poca novedad respecto a 2009, Cambian los conceptos superficiales pero sigue el ruido de sables de las escuderías. Cuando algo les va mal (la contabilidad "B" a RBR, o la escasez de tests y el exceso de recorte en gasto a Ferrari), entonces se llevan el "monopoly" y ¡ hala! ya no juego más. Hay poca credibilidad en sus acciones porque hay poca honestidad en su trabajo deportivo. Huele demasiado a intereses partidistas.
Un besote