Ya está, todos tranquilos. Domenicali ha dicho un montón de cosas pero el titular es más o menos el mismo en todos lados, porque es el que da la razón a los que ya lo venían diciendo, ¡nos ha jodido!
Lo malo del asunto es que por aquí quedamos los que dijimos que aún era posible. Más sólos que la una, hay que admitirlo, pero en mi caso con ganas de no dar cerrojado cuando queda casi media temporada por delante, no sea que me pierda algo.
Incluso Stats F1, que esos sí que hacen números, advierte en su página que a partir del octavo pasajero, Heidfeld, los que quedan del nono puesto para abajo se han apeado ya de la lucha por el título. En todo caso, ellos sabrán por qué han tasado a tan amplio el abanico de candidatos con lo clarito que parece todo, pero ahí queda el dato de que en lo tocante a posibilidades, haberlas, haylas, como las meigas, y sin ir muy lejos, ahora mismo, a un paso de que se celebre el G.P. de Bélgica.
Stefano, a la vuelta de sus vacaciones, también ha dicho que Ferrari va a ir a por todas sin mirar la clasificación general porque da yu-yu. ¿Algo nuevo? Yo juraría que no. ¿Esperan algún milagro? Pues sospecho que sí, como el Villarreal lo esperaba anoche. A fin y a cuentas yo acabo de toparme con uno hace un momento y sé que siguen siendo posibles cuando se lucha por ellos, y esto me lleva a recordar las palabras de nuestro seminarista rosso, cuando hace nada dijo que el nuevo paquete de evoluciones para el F150th Italia daba para mantenerlo vivo hasta finales de octubre, y que sería posible ampliar el plazo si en septiembre surgían las buenas noticias que esperamos los tifosi.
Blanco y en botella, que dirían en mi pueblo. Si se está a la espera de buenas noticias y se lucha porque lleguen, como parece que pretenden en Maranello, los milagros necesarios pueden comenzar a hacerse visibles antes incluso de que dé tiempo a que se sequen los titulares que podemos leer estos días.
¿Y luego? Si tuviera una bola de cristal os lo podría decir, pero lo siento, perdí la última sobrevolando un acantilado.
A cambio de aquello, mi esperanza es más grande y mi fe en el futuro más sólida, porque no sé lo que me puede deparar, y porque ante él, lo único que cuenta es la manera de enfrentarlo. Y qué queréis que os diga, la que muestra Ferrari para encarar lo que queda de temporada me parece óptima: quemar primero todos los cartuchos, para ver luego si cambiamos de escopeta, y mientras tanto, la cabeza bien alta y la vista puesta en el horizonte más cercano, que el otro deslumbra.
Os leo.
Heidfeld no es precisamente un piloto santo de mi devoción, pero la jugarreta de Lotus Renault no acabo de entenderla: cambiarlo en Spa por Bruno Senna me parece algo disparatado. Apostaría algo a que no pasa de la Q1.
ResponderEliminarAficionando ;) Lamentablemente estaba cantado. Boullier abre la boca y hay tusnami al canto. Yo creo que están secos y aprovechando que ahora se llaman Lotus Renault, pues se pone un Senna a bordo y listo, a ver si pica alguien :P
ResponderEliminarUn abrazote
Jose