Hace mucho que no comento aquello de que la cultura anglosajona del winner & loser nos está jodiendo la vida, y a pocas horas de que se me ocurriera contradecir a Pedro Martínez de la Rosa, en su comentario acerca de que a Vettel no se le reconocen los méritos que tiene, quiero rescatar el concepto que he vertido en este blog unas cuantas veces, pues me sigue resultando peligroso, amén de desproporcionadamente tonto.
Como sabemos y soportamos, la F1 es un negocio deportivo, y en la parte competitiva de la cosa, el componente de ganador o perdedor se trasvasa rápidamente hacia el económico, dando lugar a hipérboles cuyas raíces son difíciles de definir. Con tanto ruido de fondo y con tantos intereses en juego, ¿cómo valoramos entonces si un tipo es bueno, excelente o sublime?, ¿y cómo hacemos para valorar lo contrario?
Obviamente lo llevamos bastante chungo en ambos casos, porque dependemos de factores que no controlamos, lo que nos lleva a que asimilemos a velocidad de vértigo cualquier trágala, porque gracias a la estimable contribución de los medios de información, sus profesionales fundamentalmente, y con honrosas excepciones, hemos ido perdiendo el necesario criterio mientras nos acostumbrábamos mansamente a lo que nos dan de comer.
Todo esto me recuerda a mi otro mundo, el editorial, donde cada novedad es tachada de insuperable gracias a que hay tres o cuatro citas bien pagadas que así lo afirman, y a que la maquinaria de marketing devora espacio a la competencia, a pasos de gigante. Ya sabemos, quien sea sale siete veces en televisión con su libro bajo el brazo, otras tantas en radio, y ya ha escrito la obra del siglo...
Con las bodas reales pasa lo mismo, que la última es siempre, y también, desde luego, la boda del siglo, aunque ya ni los monárquicos se lo crean...
Vivimos entre superlativos, la mayoría de veces totalmente huecos. Hace falta ser un winner como sea, y si es rápidamente, mejor. Y si en el entorno hay otros winners, pues a por ellos a base de estadísticas o récords, que lo importante es amortizar a toda pastilla lo invertido en la operación de elevación a los altares, no sea que venga otro winner distinto y nos quite lo logrado.
No comparto estos intereses ni me gusta tanta papilla. A mí me encandilan tipos como el de la foto que abre la entrada, en crudo y en desgastado, venciendo o mordiendo el polvo, superando a Federer o sufriendo a Djokovic, porque si escribiera y optara a un premio, Marsé nunca le habría dicho aquello de «... pero no haces literatura», tal cual hizo, más o menos, con la ganadora del Planeta 2005, concurso en el que él ejerció de jurado.
Vettel es muy bueno, tiene buenas fibras, sería necio negarlo. Gana, arrasa, pero ni se parece a Ayrton Senna ni escribe poemas irrepetibles sobre el asfalto.
Como sabemos y soportamos, la F1 es un negocio deportivo, y en la parte competitiva de la cosa, el componente de ganador o perdedor se trasvasa rápidamente hacia el económico, dando lugar a hipérboles cuyas raíces son difíciles de definir. Con tanto ruido de fondo y con tantos intereses en juego, ¿cómo valoramos entonces si un tipo es bueno, excelente o sublime?, ¿y cómo hacemos para valorar lo contrario?
Obviamente lo llevamos bastante chungo en ambos casos, porque dependemos de factores que no controlamos, lo que nos lleva a que asimilemos a velocidad de vértigo cualquier trágala, porque gracias a la estimable contribución de los medios de información, sus profesionales fundamentalmente, y con honrosas excepciones, hemos ido perdiendo el necesario criterio mientras nos acostumbrábamos mansamente a lo que nos dan de comer.
Todo esto me recuerda a mi otro mundo, el editorial, donde cada novedad es tachada de insuperable gracias a que hay tres o cuatro citas bien pagadas que así lo afirman, y a que la maquinaria de marketing devora espacio a la competencia, a pasos de gigante. Ya sabemos, quien sea sale siete veces en televisión con su libro bajo el brazo, otras tantas en radio, y ya ha escrito la obra del siglo...
Con las bodas reales pasa lo mismo, que la última es siempre, y también, desde luego, la boda del siglo, aunque ya ni los monárquicos se lo crean...
Vivimos entre superlativos, la mayoría de veces totalmente huecos. Hace falta ser un winner como sea, y si es rápidamente, mejor. Y si en el entorno hay otros winners, pues a por ellos a base de estadísticas o récords, que lo importante es amortizar a toda pastilla lo invertido en la operación de elevación a los altares, no sea que venga otro winner distinto y nos quite lo logrado.
No comparto estos intereses ni me gusta tanta papilla. A mí me encandilan tipos como el de la foto que abre la entrada, en crudo y en desgastado, venciendo o mordiendo el polvo, superando a Federer o sufriendo a Djokovic, porque si escribiera y optara a un premio, Marsé nunca le habría dicho aquello de «... pero no haces literatura», tal cual hizo, más o menos, con la ganadora del Planeta 2005, concurso en el que él ejerció de jurado.
Vettel es muy bueno, tiene buenas fibras, sería necio negarlo. Gana, arrasa, pero ni se parece a Ayrton Senna ni escribe poemas irrepetibles sobre el asfalto.
Jose, no has podido elegir un modelo mejor. Nadal lo tiene todo y además humildad. Es una de las cabezas mejor amuebladas de nuestro deporte, y un ejemplo de superación constante. No veo a Rafa dependiento tanto de su raqueta como a Vettel de su coche. A Vettel se le debe respetar por lo que hace, pero sin caer en la grandilocuencia, que todavía le falta mucho que recorrer y tiene mucho que demostrar. Al césar lo que es del césar.
ResponderEliminarSaludos
Saludos
ResponderEliminarLes soy honesto, detesto comparar a deportistas, cada uno tiene lo suyo, a criterio personal es descabellado pedir que un piloto no sea dependiente de su coche como lo es un tenista, sabemos todos que para ganar una carrera el coche tiene que funcionar y el piloto no debe de cometer riesgos y el equipo debe de funcionar como reloj suizo, diganme donde hay punto de comparacion con el tenista y su raqueta?
Siguiendo en lo mismo, Vettel viene conduciendo con pocos errores en comparacion a Alonso, Hamilton o Button, por consiguiente esta arriba en el campeonato, eso si, con un buen coche, ¿vale decir que no es meritorio?
SFNIlton
Totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho en la entrada, me encantaría ver a Vettel con un coche con las mismas décimas que el de Alonso o Hamilton...apostaría mi dinero a que mordia el polvo...y bien mordido.
ResponderEliminarBuenas tardes a todos.
ResponderEliminarFelipe ;) Pelín forzado lo de la raqueta, pero creo que te he entendido XDDDDDD Y sí, Rafa da ejemplo de una serie de valores que son los que le hacen grande porque ha recorrido todos los territorios habidos y aunque haya sucumbido en alguno de ellos, ha salido siempre más grande de como entraba. Sí, amigo, al César lo que es del César.
Seeyouinthenextlife ;) A mí me gustaría verle donde dices, pero para encontrarme con el Vettel que añoro y que no veo ahora ;)
Un abrazo
Jose
Buenas tardes SFNilton ;)
ResponderEliminarTe he dejado el último para poder matizar algunas cosas :P
Ya le comentaba a Felipe que lo de la raqueta era un poco forzado, pero sin querer enmendarle la plana, sospecho que quería decir que en el caso de Rafa el deportista supera a la herramienta.
Dicho esto, nadie está discutiendo la calidad de Vettel, al menos aquí, pero este entuerto se ha generado en su propio entorno, o más bien en los que lo gestionan. Porque si el RB7 es una maravilla y Adrian Newey no tiene contestación, cualquiera que se suba a su vehículo tendrá menos mérito que si el coche fuese más normalito.
En este caso, Vettel no puede sobresalir más de lo que lo hace, porque sencillamente su monoplaza ha sido elevado a los altares antes que él. Podremos reconocer su valía como piloto, cuestión que te repito que no pone en duda nadie, pero no podemos llegar más allá, sencillamente porque el RB7 es la frontera.
En este sentido, incluso el propio Sebastian decía el otro día que desde fuera su trabajo puede parecer sencillo. Lo que en cristiano significa que él, más que nadie, se ha dado cuenta de que corre encima de su mayor enemigo ;)
Un abrazote
Jose
Perdón. Gracias Jose, en efecto me refería a lo que utiliza el deportista como factor determinante pero no he cogido un buen ejemplo. En natación se han regulado los trajes skin shark porque no dejaban ver cual era el potencial real de los nadadores y desprestigiaban los records. Como explicas, Vettel se ha visto superado por su coche y su imagen como piloto no destaca lo suficiente. Es una cuestión de mala gestión de imagen, si me permites decirlo. Red Bull no puede estar a la vez a las duras y a las maduras a la vez.
ResponderEliminarSaludos y mis disculpas.
Vettel es jod... bueno. Pero como apuntas no sabremos de su verdadera pasta hasta que pelee de tú a tú con otro piloto tan bueno o mejor que él. Espera... ya ocurrió en 2010 y terminó ganando por un fallo garrafal del equipo contrario. En 2010 también tuvo un coche muy superior, con el pero de ser algo más fallón mecánicamente. Y Alonso con un Ferrari bastante inferior le plantó cara.
ResponderEliminarEl problema es que Vettel aprendió del año pasado y está dispuesto a no dejar que nadie se le acerque este año. Puede ser un indicio de prueba de madurez y de mejora como piloto. Pero también hay que decir en su contra que este mismo año lleva al menos cuatro fallos, que eso sí no le han supuesto apenas pérdidas dada la enorme superioridad de su bólido:
- Los accidentes en libres de Turquía y Canadá.
- No entrar a reponer ruedas en Mónaco.
- El adelantamiento de Button en Canadá en la última vuelta, cuando se coló en una chicane.
Otros también han cometido y cometen errores, pero los pagan con muchísimo más coste de puntos de lo que lo ha hecho el rubio alemán.
Un abrazo!
Inter, te ha faltado una variable, y es que el año pasado Webber era muy competitivo y le ganó muchas carreras.
ResponderEliminarEste año no lo es, por los motivos que sean, y eso lo está aprovechando muy bien para no tener rivales en la lucha para ganar el título. Con un Webber "en forma", esos cuatro errores que comentas hubieran significado muchos puntos para el australiano, y quizás la situación hubiera sido parecida a la del año pasado.
Dicho esto, me parece que el que ha aprendido no es Vettel, el que ha aprendido es Horner. Este año no le he oído la chorrada aquella de la igualdad entre pilotos y que nunca iba a hacer nada para romper esa igualdad, ahora lo hace a diario.
Saludos
Buenas tardes.
ResponderEliminarFelipe ;) Buen ejemplo el de los trajes de natación, sí señor. Y sí, con permiso, siempre, es una pésima gestión de imagen de marca la que está haciendo RB para que salga Sebastian a decir que es mejor que su coche :P Al chaval no le haría falta si le dejaran hacer lo que sabe hacer.
Interlagos ;) Ahí le damos, la superioridad del coche cuantificada en paliación de meteduras de pata. Bonita perspectiva ;)
Tadeo ;) Mencioné a Webber en un comentario :P Decía el otro día Carlos Miquel que Red Bull le está utilizando para probar evoluciones. Es un gregario y este año no se puede decir nada al respecto salvo que lo han machacado antes de tiempo. A partir de Silverstone va a hacer mucha falta :P
Y sobre Horner... Un seminarista, lo que decía XDDDDDDDD
Un abrazote
Jose
A Seb le gusta airear que va de sobrado y por eso resulta antipático. Ahora tiene un pepino y un compañero que no molesta demasiado, todo el mundo se lo recuerda y le jode. No daría más vueltas, porque se lo ha buscado.
ResponderEliminarNuevamente en desacuerdo, Vettel es un buen piloto, tanto como Hamilton y Alonso, no creo que tenga la culpa de ganar la pole, ir primero y ganar la carrera, ya que si dispone de un buen coche tienes que hacerlo asi no le guste a los espectadores ver su dominio absoluto.
ResponderEliminarEl decir que a Webber lo utilizan para probar evoluciones, pues es fácil afirmarlo sin pruebas, creo que el australiano sabiendo que este año puede ser el último no creo que se muerda la lengua para no reclamar, no creo que sea tonto, ya lo demostro en Turquia e Inglaterra en el 2010.
Interlagos : cuentas el no cambiar gomas en Mónaco, pues no lo veo como un error, mas bien lo veo como buena lectura de carrera y confianza en si mismo que puede lograr cumplir la estrategia tomada. A ver si repasas tambien los errores de este año de los otros pilotos que tienen mas experiencia que el aleman, incluye por favor a Alonso, Hamilton, Shumacher, Webber, etc.
Buenos días.
ResponderEliminarAlejandro ;) Yo tampoco le daría más vueltas, aunque suena un poco fuerte eso de que se lo ha buscado. Todavía es un crío y tiene cosas de casi adolescente :P
Dicho esto, todos los deportistas exteriorizan sus estados de ánimo, y cuando ganan, más que cuando pierden XDDDDD ¿Que no cae simpático? A mí no me importa ese asunto, Fernando tampoco cae simpático y siempre me ha parecido mal que se le mida sólo por ello :P
SF ;) Estás a todas XDDDDD Sobre lo de Webber ya he contestado, pero de todas formas, a Vettel hay que medirlo con sus auténticos rivales, porque seamos sinceros, es como si a alonso lo medimos con Massa :P
En cuanto a lo de los errores, sin querer enmendar la plana a Interlagos, su argumento era válido precisamente por el coche que lleva el alemán bajo el culo.
Kimi, con el F2007 en Australia, se dormía XDDDDD, y de todas formas, acabas de decir la palabra adecuada: experiencia. A Sebastian le falta, y lo notamos todos, incluso tú, amigo XDDDDD
Un abrazote
Jose