miércoles, 18 de mayo de 2011

Yo no soy ésa


Con el telón de fondo del levantamiento pacífico popular que pide una democracia más digna; acaso otra diferente a ésta que sufrimos irremediablemente; incluso otra diferente a su vez a la anterior, que busca tal vez la misma utopía que Tomás Moro esbozó en «Dē Optimo Rēpūblicae Statu dēque Nova Insula Ūtopia», parecería un sacrilegio hablar del tipo de la foto de arriba si no fuera porque la F1 tiene visos de terminar en sus manos. Pero hay días y días, y toca hoy armarse aunque sea de una pizca de cinismo para referirse a uno de esos hombres que gobiernan realmente el mundo sin que nadie los elija.

Es cierto que para enfocar esta entrada me he ayudado de la escucha de El Paso de Raticossa, el primer podcast de F1 Actual, con José Arce, Alberto González y Roberto García en entretenida, sustanciosa y amena tertulia, pero así y todo confieso que me está costando.

Como me ocurriera con Flavio Briatore, Murdoch es uno de esos especímenes humanos que en lo suyo son únicos, a los que admiro, pero con los que jamás trabaría negocio alguno. Entendedme, es cosa entre generales de bandos irreconciliables, yo en el mío y ellos en el suyo, que lo cortés no quita lo valiente y mal batalla emprenderíamos si no supiésemos ver la categoría del enemigo, como diría aquél.

En fin, decía que no me gusta el capitalismo crudo (de preferirlo lo prefiero muy, pero que muy hecho, y porque no me quedan más bemoles), de manera que acepto a regañadientes que por exigencias del guión haya quien maneje los hilos de nuestra existencia sin que podamos siquiera chistar, lo que me lleva a solicitar la comprensión necesaria para digerir que si hay que elegir en esto de mandar en la F1, entre Bernardo y Ruperto, yo me decante sin pensármelo dos veces por el segundo, porque incluso entre la canalla siempre ha habido clases.
Además, Murdoch tiene la mitad del trabajo hecho. A este deporte no lo reconoce ni la madre que lo parió, y puesto que no se puede caer más bajo, ya que queda muy poco por desmantelar, el futuro, aunque sea más negro que el sobaco de un grillo, seguro que nos acaba pareciendo un día iluminado en primavera.

¿Qué queréis que os diga? Yo no soy ésa, no querría parecerme a ésa, pero ésa es la que nos ha tocado en suerte y la que cortará el bacalao más pronto que tarde.

4 comentarios:

  1. Hola Orroe, te he seguido leyendo aunque hace tiempo que no escribía. Voy a romper mi silencio para decirte que escribes muy bien, eres muy sabio y el de la foto es efectivamente lo peor. El jefe de Aznar, no te digo más...
    Saludos, y no pierdas la FE en la F1 ;)

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  2. Hola Orroe: gracias por la mención. Me pregunto por qué no te tenía en mis enlaces. En fin, esa situación se ha arreglado y espero en el futuro intercambiar interesantes impresiones contigo. A lo que vamos: el capitalismo salvaje se ha adueñado de todo y la F1 no es una excepción(ni mucho menos). Lo único que importa es la pasta y para refundarla la F1 tendría que volver a sus orígenes, empezar de cero con otro nombre y otra filosofía en la que lo importante fuese el deporte y los aficionados. O sea, una utopía.

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  3. Tienes un punto de vista muy lúcido; mal que nos pese Murdoch tiene el pastel medio cocinado ──como bien dices── y es cierto que aquellos tiempos del romanticismo no volverán, ni para bien ni para mal [que de todo habría], por tanto, aplicar la inteligencia con criterio es lo más apropiado. ¿Nos gusta?, ──ni un pelo, ¿Opciones???...utopía, pero ¡ojito! no resignación.

    Muy bueno Josetxu. Da gusto leer desde otro prisma.

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  4. Buenas tardes.

    Raul Z ;) Muchas gracias por todo, compañero, y te prometo que seguiré fiel a la F1 aunque a veces cueste :P

    Arce ;) No te preocupes, y seguro que tendremos tiempo y ocasión de debatir como cosacos XDDDDD Y sí, habría que tirar la casa abajo para levantarla de nuevo, pero a ver quién pone el cascabel al gato, con la cantidad de pasta que da :P

    Concha ;)XDDDDDDEl capitalismo tiene la fea costumbre de ofrecer como salida lo que debería haber sido una solución que no se aplicó en su momento. En este sentido, Murdoch es mucho mejor gestor que Bernie, y si ha presentado sus señas para este negocio, seguro que es para mejorarlo. No obstante, la utopía siempre será una noble aspiración ;)

    Un abrazote

    Jose

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