El futuro es una perpetua búsqueda del pasado. Es una frase más o menos hecha, lo reconozco, aunque sé sobre la verdad que encierra porque cuanto más consumo mi vida más me doy cuenta de que todo a mi alrededor tiende a reencontrarse con algo que ya he vivido, como generando nodos al más puro estilo The Matrix. Sea como fuere, no he encontrado la coño reseña con que haberme colgado una medalla al afirmar que ha habido sabios antes que yo que se dieron de bruces con idénticas o parecidas piedras. ¿Qué queréis que os diga?, lo doy por bueno porque el ejercicio de crecer es ir apropiándose de las cosas de otros, los demás, haciéndolas tuyas, por mucha SGAE que se encabrone. ¿Qué seriá de nosotros si el primer homínido que intuyó que podía recorrer la sabana erguido, se lo hubiese pensado dos veces en plan interrogante sobre si tendría que pagar derechos por ello? Pues eso.
Todo está inventado y no hay vuelta de hoja, y a poco que nos vamos acercando al cierre de página de una de las temporadas más raras que he vivido, me ha dado por reflexionar en voz alta sobre la cantidad de promesas incumplidas que se han ido quedando en la cuneta; también sobre la enormidad de cosas que nos asombraron y que poco a poco han ido convirtiéndose en agua de borrajas; pero sobre todo acerca de la cascada de sensaciones que me han asaltado cuando he percibido que tal o cual cosa me recordaba a otras de sesiones pasadas.
Queramos o no, con sus peculiaridades, evidentemente, este año del cambio prometido ha arrojado una estética muy similar a la que pudimos ver a principios de los 90 del siglo pasado, con amplios alerones delanteros, y con los traseros reducidos y elevados, con líneas limpias y poco espacio para las innovaciones más allá del afinado de matices, cuestión que abrió aquí mismo un pequeño debate al respecto de la importancia de los conceptos que defendía Enrique Scalabroni desde el interior de las páginas de Grand Prix Actual, y que con el transcurso de las carreras se ha demostrado como mero perfilado de lo que el reglamento impone, a base de sutilezas y atajos, porque de otra forma el dominio de Brawn GP o de Red Bull habría sido incontestable y no una montaña rusa salpicada de valles.
Así las cosas, con la perspectiva de un 2010 con neumáticos anteriores con un diámetro más pequeño que los posteriores, y con la intuición de que la aerodinámica seguirá teniendo una importancia crucial a pesar de las limitaciones que pesan sobre la utilización de los túneles de viento y la reducción de las pruebas en pista, me da que la siguiente etapa de retroceso nos situará muy cerca de lo que se pudo observar a mediados de los 70 del siglo pasado, con alerones delanteros que servían de cortavientos, además de cumplir con su cometido de pegar el coche al suelo, porque con tanta reducción de frontales habrá que compensar la tiranía del aire azotando la zona central de los vehículos, bien acercando las ruedas delanteras al chasis; bien creando unos frontales cuya rotundidad deje pequeña la estampa del Brabham BT42 de 1973 que decora esta entrada; o bien aplicando los dos conceptos a la vez, con lo que el chiste del parecido de los monoplazas de este año con segadoras, se va a convertir en una certeza del tamaño de un piano, porque para segadora, el vehículo británico.
Hola Jose,
ResponderEliminarSólo un apunte, después del curso con Timoteo te puedo decir que el tunel es importante pero ya no tanto, las máquinas de cálculo de dinámica de fluidos hacen maravillas. La te lo contaré companero.
Cuídate.
Un abrazo.
Juan
Buenos días.
ResponderEliminarJuan ;) ¿Te acuerdas que lo comentábamos aquí mismo cuando se propusieron las reducciones de presupuesto a primeros de temporada? XDDDDDD Me alegro de tener un dato tan contundente, aunque me surgen algunas dudas como las que expuse en Hal 9000 XDDDD
Un abrazote
Jose
Los equipos de F1 están mallando sus bólidos en medidas milimétricas para hacer los estudios y para hacer los cálculos usan sólo la mitad del coche por la simetría ya que así ahorran mucho tiempo en cálculos. Los datos que escupe el ordenador difieren realmente muy poco ya de los datos que luego obtienen del túnel de viento. Es cuestión de potencia de ordenador. Se llegan a comunicar con la central de datos vía SMS cuando quieren un estudio inmediato de una variación de ángulos en unas condiciones determinadas de aire.
ResponderEliminarMagia, amigo Jose, Magia de la buena.
Un abrazo.
Juan
Sigo este blog por el anfitrión y los comentaristas. No dejáis de sorprenderme.
ResponderEliminarBuenas tardes XDDD
ResponderEliminarLe he prometido a Cata que no me ponía a escribir si no contestaba los atrasos, y aquí ando :P
Juan ;) En Artes gráficas utilizamos programas parecidos, pero sin dinámicas de fluidos, y la verdad es que para un tipo como yo, un poco pasado de vueltas, lo de la realidad virtual acojona un poco XDDDD
Y ahora que estamos, ahí te va una pregunta XDDDD: ¿en serio un ordenador suplirá el tacto y la sensibilidad de un piloto? Yo creo que pasará como con el dibujo: nada como la experiencia y la intuición para crear con mayúsculas XDDDD
Anónimo ;) En nombre de todos, un enorme gracias ;)
Un abrazo
Jose
No lo sé compañero, pero tú eres el dibujante.
ResponderEliminar¿Tú crees que cuando dibujas con esos bolis Bic y notas perfecatmante la rugosidad y textura del papel sobre el que dibujas puede reproducirlo un ordenador?
¿El olor a la tinta y al papel según sea verano o invierno, el color y los brillos de la tinta según dibujes a pleno día o al atardecer?
Jose, yo creo que lo que sentimos es muy particular de cada uno y está en nuestra cabeza. El ordenador podrá intentar provocar los mismos impulsos eléctricos en nuestras neuronas y se aproximará mucho pero los matices creo que son lo importante.
Estoy convencido que el "jodido" Adrian acariciará en su mente la formas que cree que debe tener su diseño y que la llevará a término según programas de CFD y de optimización, pero al final acabarán esparciendo parafina sobre todas las superficies para saber para dónde va cada molécula del aire que se ha dignado a acariciar su criatura.
Lo que verá Adrian será muy parecido a lo que escupió el ordenador, casi igual si me fuerzas, pero dependerá de ese matiz que sólo los genios como él saben adivinar y percibir cuando, el resto de los mortales, veremos manchas amarillo fosforescente huyendo al borde de fuga.
Eso es lo que creo, Jose.
Un abrazo desde la orilla del Meno
Por cierto, Jose,
ResponderEliminar¿No debes usar el CATIA o el GID para Mac? Estoy desesperado por encontrar estos programas para el Mac que son los que usan el Star CCM y el Fluent que son los dos programas de CFD que se usan y que aceptan los formatos de los dos primeros, ademas a partir de buenas fotos ;) se pueden hacer simulaciones muy reales de lo que se pueda "graficar" de la foto... Una pasada.
Ya te contaré, ya.
Un abrazo.
Juan
Juan ;) Nada como el tacto o la intuición... es pura magia.
ResponderEliminarEl ordenador está de puta madre, pero tiende al promedio, en la texturas, ls formas y lo que le caiga XDDDDD Por eso mismo ponía el ejemplo, porque la diferencia la pone alguien que piensa que algo chiquitito es GRANDE XDDDDDD
No uso ese tipo de programas, pero veré lo que puedo encontrarte, compañero ;)
Un abrazote
Jose