Por si no lo sabíais, soy un hombre de recursos, improvisativo que diría aquél (algún día tendré que dedicarle una entrada a este aquél al que tanto recurro), chulete y portugalujo, y lo digo porque habrá quien haya pensado que me iba a quedar sin lunas después de la metedura de pata meridiana que he perpetrado esta mañana. Bien, tengo lunas a cientos, a millares, pero prometo que ésta será la última entrada rara que escribiré en unos días, entre otras cosas porque a partir de mañana convendría empezar a soñar de nuevo y a encontrar soluciones y viabilidades en esta normalidad que tiene bastante poco de normal.
Sí, comprendo que acojone un poco esto de asimilar que Fernando tenga todavía tiempo como para hacer una remontada épica y alzarse con el tercero antes de irse a Ferrari o donde le plazca. Vale, incluso para un optimista como yo, la hazaña está muy cogida por los pelos, pero ¡qué diablos importa! La diferencia entre un optimista y uno que no lo es, no es la manera de enfrentarse al futuro, sino la sustancia del miedo a darse el mamporro inevitable. Ahí, ahí duele el asunto, porque un optimista no tiene temor a morder el polvo por sentirse vivo y alegre durante unos minutos si atisba un átomo de posibilidades; y uno que no lo es se palpa la ropa y se desgasta soñando igual pero sin decirlo… lo que a la postre deriva en que el trastazo viene a ser similar para ambos, aunque el primero se levanta del mismo con una sonrisa en la boca y el otro trata de mantener la compostura porque ya lo había visto o ya lo sabía.
«He visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser…» Sí, las he visto, ¿qué pasa?
Mi hijo, a los nueve años, más o menos, y como todos los chicos de su edad, comenzó a hacerse preguntas realmente importantes, de calado, como por ejemplo si existían los Reyes Magos. Por suerte disfruto de su amistad desde que para bajarle la fiebre me metía con él en el agua fría (Cata dice que desde antes, pero bueno), y me confesó sus dudas obligándome a confesarle a mi vez mi secreto de padre: sí, soy uno de ellos. A las dos de la madrugada de un 6 de enero de hace mil años, me despertaba emocionado, vestía de negro y yo me vestía del mismo color para no ser menos, ambos con linternas y armados de señales: dos ráfagas y te paras, una larga y avanzas. A hurtadillas nos movíamos en mitad de la madrugada y la oscuridad, trasegando los regalos de un sitio para otro, dando el cambiazo, jugando a la broma, vamos, cuando de pronto, la luz de la habitación de la abuela se encendió… ¡Por Dios, si llega a vernos la matamos de un infarto! Pero Josu estaba quieto avisado por mis dos toques de luz, y yo pegado a la pared, gris oscuro como el humo, esperando un milagro. Treinta minutos largos para dos Reyes Magos en apuros, interminables, inenarrables. Luz larga, la abuela se había vuelto a dormir y tocaba terminar todo aquello…
Sí, creo en los Reyes Magos, y en lo que haga falta, así que a partir de mañana volvemos a vernos las caras.
Jose, por circunstancias de la vida sabes que me toca ser optimista si quiero levantarme cada vez que me caigo, y sonreir aunque sólo sea un minuto pensando que un milagro es posible. Creo que el optimismo se llama esperanza y como dijo aquél (igual mi aquél es el mismo que el tuyo, quién sabe) la esperanza es lo último que se pierde.
ResponderEliminarCreo que con Fernando todo es posible. Tengamos en cuenta que para la carrera de Inglaterra le traían un alerón delantero nuevo y no sé cuántas cosas más y al final iba más lento que los Force India. Pero Renault que no se rinde y sabiendo que en algún cálculo del túnel de viento la cosa funcionó aunque fuera un minuto, siguió erre-que-erre y lanzó otro nuevo alerón delantero y por fin funcionó, y no sólo dejó atrás a los Force India sino que estuvo al ritmo de los Brawn GP, cosa del todo impensable hace 3 grandes premios (pero no sólo por Renault sino por el propio Red Bull). Eso se llama constancia. Vaya virtud. Para mi de las mejores. Total, que Fernando tiene una ardua tarea por delante, pero en el fondo sólo tiene que hacer lo que sabe hacer muy bien, que es conducir un coche competitivo. A partir de ahí sólo nos queda soñar. Es gratis, sí, pero la cosa no creo que esté para milagros. Puede hacer una remontada de las buenas, pero de ahí a ganar el título, creo que al menos eso es bastante difícil. En los que sí confío mucho en que les van a birlar el título del mundial es en la pareja de Red Bull. Tienen mejor coche y evolucionan rápido, cosa que no sucede en Brawn.
Por tanto, soy optimista con Fernando (¡¡ por fin !!) pero no creo que haya tiempo material para ganar el título. ¿He cambiado de opinión en cuanto al optimismo? Pues quizá sí, ya sabes que las circunstancias te hacen cambiar, incluso varias veces.
Un saludo, amigo mío,
No es tan descabellado lo de Alonso. Creo que lo mejor ahora es ser optimista, ya que es imposible ser realista. Y no sé si fallar en las predicciones es sinónimo de morder el polvo cuando acertándolas tampoco se besa la gloria.
ResponderEliminarAsí que aunque tengamos que ser realistas, un poco de optimismo, por muy desmedido que sea o parezca, no está mal.
Saludos.
Orroe, te entiendo perfectamente. Si con la edad adulta descubriéramos que aquellos sueños en los que creíamos tienen trampa...no levantaríamos cabeza...bueno, de hecho eso es lo que nos pasa y vamos perdiendo fuerza con los años.
ResponderEliminarPor eso lo mejor es seguir creyendo en los reyes de adulto ;)
Pues sí, "acojona un poco" XDD; parece algo antagónico lo de "soñar" con lo de "viabilidad", pero después de lo que has contado de tu hijo y las linternas ¿quién se atreve a no creer en los Reyes Magos ? XDD. Con Fernando...todo es posible. ¿No será él de ascendentes portugalejos ??? XDDD
ResponderEliminarBuenas noches !
Buenas noches
ResponderEliminarSi Alonso consiguiera el tercero este año, hasta los antialonsistas-ferraristasdepacotilla que no ferraristas, se levantarian y harian la ola.
Yo haría la ola, la marea, el tsunami y el asturias patria querida.
Y me pregunto, ¿y porque no?
Saludos
Sobre lo que escribes de Bourdais... Puede ser doloroso, como cualquier despido cuando no cumples las espectativas, pero analicemos a Bourdais a partir de sus propias declaraciones, y nos ayudará a entender que éste se había equivocado de competición. Al principio, se quejaba de los neumáticos rallados, acostumbrado a los slicks.
ResponderEliminarAnuncian la vuelta de los slicks y yo me digo: mira, a lo mejor Bourdais por fin despunta (con slicks tampoco mejorará sus resultados).
Se quejaba antaño del control de tracción. Lo quitan, y mira tú por dónde, él, que debería estar beneficiado por venir de una fórmula sin control de tracción, no aprovecha la ventaja.
Después se queja, unas veces, de que el coche subvira. Otras, que sobrevira. Añade: el problema es que soy el único de los cuatro pilotos que se queja del coche. Zas. En efecto: ése es el problema.
Bourdais será un buen piloto, sin duda... para la fórmula Indy.
Yo de lo que me estoy riendo ahora es de Fonsi Nieto. He visto en el Hola (sí, confieso que a veces leo el Hola, sobre todo en el baño) que quiere competir el año que viene en LeMans, con su novia, la pilotesa Carmen Jordá...
ResponderEliminarFonsi, más publicista de sí mismo que piloto: va de los últimos en superbikes y dudo que acabe la temporada.
Elñ pensar que Fernando este año pueda ganar el mundial es un sueño, un sueño irreal puesto que no sólo tendría que hacer él un resto de temporada espectacular (que él puede) sino que los demás tienen que fallar casi todos. Por mucho que haga Fernando no puede copar más que un puesto, así que el resto de pilotos (los brawn y los red bull) cogerán buenos puntos que les hará estar arriba
ResponderEliminarMiranda
Yo soy muy pesimista. Para mí la botella está siempre medio vacía y seguramente tiene un agujero por donde va perdiendo agua. Sin embargo con Fernando manejando un coche decente las matemáticas son más matemáticas que nunca.
ResponderEliminarAdemás, me conformaría con que al final de temporada los periódicos ingleses e italianos le señalen nuevamente como el mejor piloto del año. Para que siga habiendo en el aire esa sensación de que si Fernando tuviera un coche competitivo la historia de este deporte sería muy distinta.
Saludos…
Convertir a los Reyes Magos en un comando SAS la noche de Reyes, únicamente podía salir de Isusi & Asociados. A mi hijo, con 3 años, le conté, a bocajarro, que los Reyes Magos no existían, que eran los padres, con el consiguiente linchamiento familiar. Sobrevivió.
ResponderEliminarTodas las opciones son válidas, incluso en Fórmula 1.Desde el portable estival.
Sanreza Forever