Sin título (II)

Se ha terminado lo que se daba, porque a falta de lo que pueda dar de sí la semana que viene, la mayoría de escuderías han escenificado sus posibilidades en Montmeló, cerrando definitivamente la pretemporada unas y provisionalemente otras, pero pasando página todas. Bueno, casi todas, porque entre que Force India despegaba tarde y Brawn GP aún más tarde, y que McLaren ha cubierto esa extraña cuadratura del círculo en que lleva embarcada desde enero, los tres equipos propulsados por Mercedes-Benz tendrán que hacer horas extras si quieren presentar sus reales en Melbourne.

Curiosamente, el circuito catalán amanecía este jueves pasado envuelto en niebla, y yo, tan dado a la melancolía, intuía inmediatamente la metáfora, ya que este desierto entre temporadas que hemos vivido ha sido nebuloso de narices, porque entre los sustos (Honda), los malos augurios y las numerosas incertidumbres, ha habido momentos en que uno no sabía por dónde le daba el aire. Sí, en enero comenzaron a despejarse algunas dudas, cuando con cuentagotas fueron apareciendo uno tras otro los hermosos quitanieves y segadoras a los que ya nos hemos ido acostumbrando, pero en general creo que no yerro si digo que ha sido una etapa dura de digerir, y que sólo se ha podido salvar a base de ilusión bloguera y algunos premios gandules que han plasmado que hemos montado un bonito quilombo.

Sin embargo, a media mañana la cosa ya estaba diáfana y enmarcada alrededor del ornitorrinco y su piloto (como a mí me gusta, para qué lo voy a negar), quien machaconamente marcaba ritmo porque buscaba marcarlo. Por la tarde, el motor cedía, pero Fernando volvía a pista unos minutos después para aclarar que las cosas iban razonablemente bien y él mejor, no fuera que alguien sacara conclusiones equivocadas.

Y ya que menciono lo de las conclusiones equivocadas, tengo que decir que me ha sorprendido la diferente vara de medir el comportamiento del Brawn GP y la aparente resurrección del McLaren ayer, ya que si el primero ha podido ir ligero de peso, incluso manipulado en las revoluciones de su motor, no veo por qué la de Woking no ha podido hacer lo mismo para salvar los trastos sin tener que recurrir al alerón de 2008. Y lo digo porque si el equipo de Ross ha podido maquillar sus resultados para atraer patrocinadores, de suyo podemos pensar que la de Whitmarsh ha podido hacer lo propio para evitar que cunda el pánico…

Sea como fuere me quedo con la imagen del Nano, porque sigue llamando pan al pan y vino al vino, y sigue sonriendo aunque pida cautela.

Os leo.