Fernando Alonso no se equivocaba el domingo pasado cuando al explicar la tonta maniobra de desdoble protagonizada por el insigne hijo de Anthony Hamilton, refirió que con ella lo único que había conseguido el piloto número 22 era tener que llegar a Shanghai con una vuelta más (a alto régimen, se entiende) sobre su propulsor, porque amparándose en el artículo 28-4/f del reglamento (permite un cambio de motor arbitrario y no sancionable, salvo en la última carrera), McLaren había decidido cambiárselo para el G.P. de Japón, permitiendo que termine ciclo en China y estrenar así nuevo cachivache en Interlagos… Obviamente, el que se equivocaba ayer era yo.
Aunque la sustancia de lo comentado hace apenas 24 horas no cambia, puesto que Heikki llegará a Brasil sin posibilidades, ya que su motor no podrá competir con los que lleven su compañero, los Ferrari, Fernando o incluso los BMW (el comportamiento del último propulsor, a diferencia de los que deben sobrevivir dos, por estar previsto para una sola carrera va mucho más desahogado), el escenario abierto tras mi desliz resulta incluso más atractivo que el propuesto ayer.
China es una pista que no requiere tanto motor como la última prueba del calendario; ahora bien, el hijo de Anthony Hamilton llega al circuito asiático con un propulsor al que machacó sin piedad en Fuji (pole, dos ataques furibundos en la primera vuelta, remontada en la segunda, intento de remontada a partir de la tercera, y estupidez para desdoblarse al final), y con la necesidad apremiante de recuperar lo perdido en en el país nipón, y desde el primer asalto.
Como quiera que Heikki estrena trasto, podemos hacer una estimación bastante aproximada sobre su comportamiento en calificación, tildándola a priori como buena o muy buena, hipótesis que nos coloca en posición de razonar que su colega británico aprovechará sus logros para intentar alzarse con la pole, único lugar desde donde tiene posibilidades reales de poder llevarse el gato al agua, o en el peor de los casos, de mantener el tipo.
En este orden de cosas, me parece que el panorama inmediato se le presenta al hijo de Anthony Hamilton bastante lóbrego. Por un lado tenemos la posibilidad nada desdeñable de que el comportamiento de su motor Mercedes FO108V no sea todo lo bueno que cabría desear en un asalto al título, lo que podría llevarle a colocarse en una posición algo retrasada en la parrilla de Shanghai, echando por tierra buena parte de sus ya de por sí limitadas opciones. Por otro, que aún desconociendo el dato exacto, lo más seguro es que el propulsor estrenado en Fuji pertenezca a la misma serie que el que usó su compañero e hizo ¡plaf! en el mismo trazado, lo que con el nuevo esfuerzo podría originar que tuviera que ser cambiado (si rompe en carrera, ni os cuento), arrojando 10 puestos de penalización en la salida, y lo que es más grave: mandando a hacer puñetas el sueño de poder luchar de tú a tú con los Ferrari en Brasil, pues llegaría a la cita sudamericana en su 2º ciclo.
Y me diréis (con razón, seguro), que esto mismo puede ocurrirle a cualquier otro piloto, y yo lo admitiré sin atisbo de sonrojo, pero espero que todos coincidamos en que para el hijo de Anthony Hamilton la situación puede suponer un exceso de presión que a lo peor origina que se le vaya de las manos, porque entre pitos y flautas, desde el pasado Spa no ha hecho otra cosa que encadenar tristes resultados, y por ello tiene la imperiosa necesidad de reivindicarse frente a sí mismo, frente a los tímidos detractores que comienzan a aflorar en su entorno, frente a los que desde el seno de su escudería le han recordado lo que ha perdido, y frente a los viejos y nuevos enemigos que tiene sobre el asfalto por no haber sentenciado a tiempo.
Sintetizando: que el piloto que más posibilidades tiene para proclamarse campeón del mundo, ha comprado papeletas suficientes como para repetir la hazaña del año pasado y quedarse a dos velas. Y la verdad, no sé yo si está a tiempo de enmendar el asunto.
Lleva armándola ya varios grandes premios y este chico no se caracteriza especialmente por controlarse y saber medirse. Por eso yo nunca aposté por él como campeón ni cuando cosechaba buenos resultados.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, amigo Orroe. Los datos que has aportado hacen ver que la estrategia de McLaren ha confiado exclusivamente en la supuesta calidad de su hombre fuerte, llevándoles a sacrificar a la "liebre" Kovalainen demasiado pronto. Hamilton me gustaba hasta hace poco, pero cada vez me gusta menos lo que le rodea y espero que lo paguen caro.
ResponderEliminarGracias por compartir tus intuiciones y se agradece la rectificación aunque tu contribución de ayer no era tan errónea. Y no quiero desperdiciar la ocasión para dejar de agradecerte el magnífico ejercicio de lenguaje que plaga cada intervención, así como el humor y la ironía que destilan, porque a este deporte le sobran erratas y malos humos.
Un amigo
Hola a todos ;)
ResponderEliminarMai, este blog comenzó valorando sus carencias y reconociendo sus valores, y la pena es que año y medio después, las primeras han ido devorando a las segundas.
El otro día decía Prostvuelve que le daba pena, y tengo que sumarme a él. Parece buen chico aunque algo cabroncete, y es rápido, pero lo están descojonando y se está dejando hacer, no sé si por inercia o por simple incapacidad para decirles a más de cuatro que les den, que necesita algo de tiempo y que se lo va a tomar así entren en números rojos.
Amigo anónimo, te agradezco tus amables palabras, y comparto contigo la sensación de que en todo lo relativo al deporte sobra un lenguaje ramplón y una tendencia desmesurada a caldear el ambiente, por lo que me congratulo de que mi personal visión encaje por limpieza y sentido del humor con la tuya y la de tantos ;)
Y en lo relativo a McLaren, tengo que admitir que has expresado mejor que yo la realidad: han apostado sólo por Lewis y el tiro puede salirles por la culata. Pásate por el blog de Mai
http://f1bymai.blogspot.com/
que podrás observar, en su última entrada, el cariz de algunos comentarios de la prensa inglesa... ¡así les va!
Un abrazo a los dos ;)
Jose
Orroe muchas gracias por mandarme lectores, jejeje. Ya sabes que soy asidua de tu blog, es sin duda de mis favoritos. Estoy deseando ver ya los primeros tiempos de los libres...
ResponderEliminarBss
Mai ;)
ResponderEliminarEste blog está para eso precisamente, para que el bien pensar se propague como la peste ;)
Cuida tu peaso blog, que ha sido una suerte encontrarte ;)
Un besazo
Jose
La exposición que has hecho me parece muy correcta. Salvado Singapur y perdido Fuji, Sanghai se presenta como una cita importantísima para Hamilton, más crucial que Brasil porque si pierde puede dar por terminado el campeonato. Interesante análisis, Orroe.
ResponderEliminarUn saludo
Reconozco que jamás había pensado en la importancia que tenía el motor comodín. Todos han jugado pensando en la última carrera, interesante. Jose, ¿qué piensas realmente de las posibilidades de Rober Kubica, tiene alguna oportunidad o como ha dicho hoy Alonso, no hay ninguna?
ResponderEliminarMai, aunque no intervengo, también soy asiduo de tu blog porque es estupendo y yo también estoy esperando a los primeros tiempos.
ResponderEliminarBuenos días a todos ;)
ResponderEliminarLo mencioné en nuestra lista de correo, pero lo repito aquí :P
Si se vuelve a dar una situación como la que se dió en Japón (de todo punto posible), Kubica se pondría a 4 puntos de Hamilton, y Massa a 3.
Gracias a Dios intervienen muchos factores, pero si los Ferrari y Hamilton no cometen errores, entonces las posibilidades del polaco se reducen drásticamente, porque su coche, a día de hoy es el cuarto de la parrilla, aunque espero que en BMW hayan tomado alguna decisión, porque lo cierto es que están peleando por el campeonato del mundo.
Un abrazo
Jose
yo creo q BMW se han encontrado con la posicion de kubica a falta de 2 carreras y no se lo creen. Es posible que no sepan reaccionar (aunque decididamente creo q Kubica se lo merece)
ResponderEliminarHola Paco ;)
ResponderEliminarBMW todavía está a tiempo. China y Brasil son circuitos no demasiado especiales, y donde la estrategia puede suponer un punto y aparte.
Y lo digo porque a poco que fallen los Ferrari y los McLaren, salvando a Fernando, Kubica puede ponerse muy arriba :)
Un abrazo
Jose