Me ha costado más a mí que a él, pero ya he conseguido entregar las preguntas y pactar el tono de la entrevista [El Bradbury], ya que ambos pertenecemos a tierras rodeadas de fabulaciones y timitos, de lugares comunes, en una palabra, y no era cuestión de aburriros, yo con la esférica de 300 kilogramos para arriba y para abajo, lanzando irrintziak, y nuestro invitado desfaciendo tuertos y neutralizando a cada paso errores de apreciación o contexto.
Siempre que abordo una de estas aventuras lo hago con el ánimo de que sea diferente a las anteriores [Voight-Kampff test], que os guste, obviamente, y que satisfaga al entrevistado. Así que, con la humildad que me caracteriza, puedo deciros que vais a disfrutar de lo lindo con esta nueva entrega del Voight-Kampff Test de Nürbu. Quedamos a la espera de recibir las respuestas, montar el tinglado y poner fecha a la publicación, pero estimo que no tardaremos mucho.
Os leo.
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