viernes, 23 de agosto de 2024

¡Gooooool!


Queda muy poquito para que los medios británicos rescaten el Crashgate de 2008, pero sin aclararnos por qué se juzgó en 2009, prácticamente un años después del suceso, ni cómo le va a Felipe Massa en la reclamación por el título que le robaron la FIA y el FOM...

Del reinicio de la temporada tras el parón estival confieso que ésta es la parte que más pereza me da: aguantar los reiterados dejà vues sin un maldito paraguas que nos proteja mientras, eso sí, seguimos a dos velas con los temas de calado.

Lo de mi Felipe es un ejemplo tomado al vuelo, aunque también sería de agradecer que alguien nos contase a qué se ha debido el cambio de talante de Mohammed Ben Sulayem en su enfrentamiento con la promotora de la Fórmula 1, qué ha cobrado, si es que lo ha hecho, qué inconfesables ventajas ha obtenido para la FIA ante la inminente renovación del Pacto de la Concordia o por qué ahora la Federación apunta a los pilotos y equipos en vez de asar a puntapiés a Stefano Domenicali y su tropa [Cosas de la cultura esa]. 

No he encontrado nada notable al respecto de la denuncia que interpusieron Toto Wolff y Mercedes AMG ante la policía por aquellos anónimos, sí, aquellos anónimos [Quien no llora no mama], y poquito sobre el Departamento de Justicia USA y su investigación a Liberty Media por el portazo a Andretti...

No sabemos gran cosa de asuntos importantes que fueron noticia en su momento porque la prensa no está a eso, evidentemente. 

Quizás a los chiquillos les satisfaga este estado de cosas, la narcosis permanente, perder la noción del tiempo y el espacio antes de comenzar la fiesta del sábado noche para fardar con los amigos del dolor de cabeza del domingo, y de la laguna de acontecimientos, que no falte, pero hay más de una generación que ya está hasta las narices de que la tomen por el pito de un sereno.

Concha se ha desabonado de DAZN —comprensible, desde luego—, y se confiesa cada vez más alejada de esta actividad que antes le gustaba tanto. 

Como ella conozco a más gente que ha tomado la decisión de apartarse porque esto se nos ha llenado de futboleros y razonamientos idiotas, y, fundamentalmente, porque toda esta morralla se ha convertido en el público objetivo de Liberty, su prensa y el formato actual de las retransmisiones, que no son nada si no te narran un adelantamiento inocuo en mitad del tráfico como si Maradona se desmarcara de cinco rivales, incluido el portero, para alcanzar desde el medio campo el área pequeña contraria y marcar gol.

Hay días en que recapacito sobre qué coño hago aquí si todo me queda tan ajeno, y hoy, con vuestro permiso, tocaba echar unas líneas.

Os leo.

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