No os riáis, que comprendo que es para reírse, pero mes y medio después de la celebración del Firestone Grand Prix of St. Petersburg [Domingo de carreras], a cuenta de las anomalías detectadas en el procedimiento Push to Pass, los comisarios han decidido empaquetar a Penske con una multa económica y la anulación de los resultados obtenidos por Newgarden y McLaughlin. El tercer agraciado ha sido Power, con otros 25.000 dólares del ala y la pérdida de 10 puntos, aunque no ha sido descalificado.
Más allá de la anécdota, que me sigue resultando graciosa, la reflexión casi sale sola, ya que, tantas veces se pone la IndyCar como ejemplo a seguir por la F1, que con estas cositas da yu-yu imaginar lo que supondría para nuestro deporte una situación similar, la que se organizaría en redes, cómo levantarían la voz algunos jefes de equipo, los ríos de tinta que volcarían en sus análisis los expertos y redactores de contenido, las peregrinaciones que se montarían a Fátima o Lourdes solicitando milagros o amparo celestial, obviando siempre que al otro lado del Atlántico se toman el Reglamento bastante más en serio que en nuestra divina actividad.
Mira tú, de ahí sí que podíamos aprender mucho...
Os leo.
Hombre, exasperante lentitud en la toma de decisiones según con quien.
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