viernes, 1 de marzo de 2024

Sueños de peyote


Entre que los viernes por la tarde resultan complicadillos para los que trabajamos —la mente está feliz como una perdiz ante el inminente estreno del fin de semana... pero el cuerpo ya no responde—, y que la ruidosa jaula de grillos de Milton Keynes no deja ni un ratito para el necesario solaz del alma, la clasificación para el Gran Premio de Bahrein me ha supuesto algo así como un café largo en compañía de Hunter S. Thompson y William S. Burroughs.

Lo último que recuerdo ha sido que Geri Halliwell iba en pos de la pole cuando Christian Horner ha arrebatado la posición de privilegio a su esposa en el último suspiro, seguramente muy acuciado por la prensa amarilla anglosajona y la presión de Stig y su casco y mono blancos. 

Me ha parecido ver también a Toto dando zancadas por Sakhir con los miembros elongados como Doug Jones en su papel del heladero en Legion, y ha sido ahí donde me ha entrado una risa floja que únicamente me ha permitido articular: ¡cabrones, me habéis echado algo en el café! antes de cerrar los ojos y recitar Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio, contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium, no fuera a ser que el Arcángel Gabriel aprovechara mi indefensión con aviesa intención de darme para el pelo...

Acabo de despertarme y el dolor de cabeza aún perdura. Don Juan sujeta mi mano mientras me susurra al oído: Anda, ya puedes escribir sobre la clasificación para el Gran Premio de Bahrein. Primero Verstappen, segundo Leclerc y tercero George Russell. Si quieres te lo apunto para que no se te olvide.

Os leo.

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