Diecisiete veces con ésta que me asomo al balconcillo de Nürbu para confirmaros que el Plan Marshall pasará de largo aunque demos la bienvenida a los norteamericanos, que, aún así, sólo vivimos una vez y nunca sabemos si será la última, y, por ello, conviene que os metáis en la cabeza que es legítimo quererse mucho, mucho mucho, a cada segundo...
Por desgracia los dinosaurios siguen pateando la Tierra, incluso con más fuerza que en 2007, pero quedamos nosotros y los recuerdos de aquellos que nos dejaron y nos han hecho más fuertes, y sobre nuestras cabezas sigue girando el mismo cielo estrellado que miraban nuestros antepasados durante el solsticio de invierno. Por eso os pido que dejéis brillar vuestros ojos en esta noche en que renovamos un pacto que ni entendemos ahora ni comprenderemos jamás. A la vida le importamos un pimiento aunque ella nos resulte imprescindible, así que tomadla por la cintura y no la dejéis escapar pues es hoy o nunca.
¡Feliz Nochebuena! Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario