domingo, 3 de septiembre de 2023

¡Gilipollas!


No se alarmen los que tienen la piel demasiado fina, «Gilipollas» es término admitido por la Real Academia de la lengua Española como adjetivo malsonante para referir una persona necia o estúpida, que, por si fuera poco y a decir de algunos entendidos, como palabra goza de un origen que se remonta a la corte de Felipe II, donde habitaba un juez llamado Baltasar Gil Imón de la Mota.

Podía haber llamado canalla a Vasseur pero prefiero gilipollas por razones obvias: apostar por el tipo menos adecuado, por ejemplo, dejarse mullir la oreja por lo más idiota y rancio del ferrarismo, consentir que la estrellita se haya portado suave con los enemigos de Ferrari en el Gran Premio de Italia y dejar que entrase a matar a su propio compañero cuando éste tenía las gomas de su vehículo casi en las lonas, no sé, también por afear lo conseguido ayer con la pole y hoy con el podio de Sáinz...

Que los defensores del francés sean prácticamente los mismos que defendían a Otmar Szafnauer ya es suficiente indicativo de lo necio que puede ser este personaje al que la dirección deportiva de Ferrari le viene demasiado grande [Il Predestinato]. Empeorar a Mattia Binotto no parecía posible, hasta que llega un gilipollas, revienta la banca firmando un despropósito en Monza, y demuestra, una vez más, que mientras la mediocridad reine en los muros de los equipos no levantaremos cabeza.

Os leo.

1 comentario:

  1. El doble rasero es más que evidente.
    Lo positivo: que pese a todo Carlos ha acabado por delante. Y que tras la pausa veraniega se le ve muy en forma.
    Un abrazote, Josetxu.

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