Me tiene mosca esto de que las cosas de siempre adquieran un nuevo sentido. El otoño, por ejemplo... que además de saber ahora diferente, empieza y acaba cuando le da la gana y no los 21 de septiembre y 21 de diciembre, como mandaba la tradición y nos enseñaron en el colegio.
También es verdad que, entonces, el sistema solar sumaba nueve planetas, los neanderthal y cromagnon suponían dos linajes estancos de la evolución humana, siempre y cuando la Biblia no siguiera teniendo razón, claro; México era mesoamérica, los chicos estábamos tallados para jugar al fútbol, los indios siempre ejercían de malos en las películas de vaqueros, y no estudiábamos inglés por no sé qué de Inglaterra y el Caudillo.
Todo aquello no era exactamente cierto. A ver, lo imaginábamos, pero disponíamos de un amplio margen para reparar los destrozos e ir construyendo después nuestra propia realidad y encajar en ella con naturalidad los sucesivos cambios de enfoque en el análisis científico, por ejemplo, las nuevas denominaciones y clasificaciones, obviamente, e, incluso, para aceptar que la historia fluye como un río y suena y discurre o brilla diferente, según desde qué punto lo observes.
Bueno, hace ya bastante le dediqué unas coplillas a Marc Surer [El bueno de Surer] y en redes me pusieron del revés porque, inconsciente de mí, desconocía que dentro del habitáculo y mientras circulan a alta velocidad, los pilotos mejoran notablemente su cociente intelectual, aprenden lógica aristotélica y se sacan la carrera de Periodismo, así, todo del tirón y sin pasar exámenes, como Casado y Cifuentes en la Carlos III; de manera que, siendo consciente de que a estas horas se me espera para que aporte algo de luz a lo dicho por Coulthard sobre nuestro bicampeón en Marina Bay [Sin piedad con Fernando Alonso: «Está muy fuera de forma. Lució cada uno de sus 42 años»], permitidme que decline la invitación.
David fue un buen piloto y ya, que si el hombre ha decidido hacer de mono con platillos en la Fórmula 1 yo le respeto la decisión, como a Surer, Villeneuve o el chunguito de los hermanos Schumacher, etcétera.
Os leo.
Entré al link del artículo y la verdad es que no veo el ataque de Coulthard, el titular descontextualiza el comentario, dice que en esa carrera se lo vió fuera de forma probablemente porque el coche no respondía (lo mismo que los RB), lo que de hecho es cierto, y si hay alguien al que se le puede/debe perdonar un día malo es a Alonso, inclusive lo elogia diciendo que normalmente es un Samurai que continúa luchando incluso después de la carrera.
ResponderEliminarLa verdad es que solo veo un titular cizañero.
Saludos