Siempre acostumbro a recordar que La Sarthe, que habitualmente se muestra tumbadito en las publicaciones —sospecho que por ahorrar espacio—, es un trazado con orientación Sur a Norte, vertical con dirección al polo magnético del hemisferio, que tiene a Tertre Rouge como vértice superior y a Mulsanne como inferior.
Este dibujo presenta algunos inconvenientes durante el ocaso y al amanecer, pues a pesar de las abundantes zonas frondosas que rodean el circuito, en determinados puntos el conductor tiene el sol de cara y situado muy bajo, lo que facilita la posibilidad de deslumbramientos y pérdida de referencias, ya que, como sucede en Fórmula 1, los pilotos de LMP2 e Hypercar también viajan en posición reclinada y por obligación deben mantener el foco de su mirada muy por delante del inicio del volumen de su vehículo.
Os leo.
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