domingo, 2 de abril de 2023

Programa de mínimos


Se nos está quedando la Fórmula 1 en plan película de sobremesa de domingo de tórrido agosto, de esas en las que lo único que consuela es que te sabes los diálogos y el guión y lo que va a pasar, y puedes apagar el sonido sin riesgo de perder el hilo. 

¿Qué más da si Max pisaba la línea blanca en la segunda resalida si en cuanto quitabas la vista de la pantalla y volvías a mirar, el holandés ya sacaba al segundo las siete leguas del cuento?, y así una y otra vez, a todas horas.

El Gran Premio de Australia ha tenido de bonito el madrugón que nos hemos metido entre pecho y espalda, pues siempre supone una forma digna de reconciliarse con el apasionamiento que debemos a la máxima categoría del automovilismo y es algo con lo que fardar en redes sociales; las interrupciones, la remontada de Pérez, la excelencia de Mercedes AMG, que lo mismo quema el coche de Russell que certifica que, cuando la FIA hace que no mira, fijo que hay recuperación; y de nuevo la Federación con el final de carrera y la boutade perpetrada esta vez sobre Sáinz... y Alpine, que no nos falte Alpine.

Charlaré estos próximos días de la gran actuación de Fernando y también de Carlos, pero me merece la pena echar el ratito recordando que continuamos divirtiéndonos con las sobras porque el plato principal tiene nombre y apellidos, y misil bajo las posaderas, y hasta el verano, como poco, tendremos que aceptar verlo pasar y pasar, que decía la canción, porque no se atisba rival en el horizonte que le haga sombra.

Conozco peores menúes pero no es el que nos prometieron. Es más, es un menú demasiado similar al que supuestamente dejamos atrás en 2022, razón por la cual me lleva los demonios aceptar que, si «el segundo es el primero de los perdedores», debamos contentarnos con que el espectáculo consista en que 19 candidatos pelean entre ellos por ver quién de todos se puede aplicar mejor la frase de Ayrton Senna.

Os leo.

1 comentario:

  1. Bueno José, hasta yo que era un polluelo cuando comenzaste este bendito blog empiezo a peinar canas. 😅😅😅. La FIA nunca ha hecho ni hará un cambio de reglamento para igualar la parrilla. Otra cosa es que, empedernidos románticos que somos, nos hagamos mínimas esperanzas al comienzo de cada periodo reglamentario. Mínimas y breves, porque en dos carreras ya está todo el pescado vendido.

    Aquí lo que interesa son esos aguerridos capaces de ganar 17 campeonatos seguidos con un codo fuera del cockpit.

    Los héroes de esta disciplina.

    Como en el caso de Gromenauer, la mediocridad se transmite, se propaga, se contagia.

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