No voy a entrar a fondo en el tema Colton Herta porque me viene grande, porque en realidad me importa poco la trastienda de su posible desembarco en la Fórmula 1, y, fundamentalmente, porque me parece una gigantesca meada fuera de tiesto que la FIA cierre el paso, por un miserable asunto burocrático, a un piloto de las características y experiencia al volante del californiano.
Dicho esto, ¿qué pinta el norteamericano en el sarao que monta esta semana que viene Alpine en Hungaroring?
Ahora bien, puesto que los equipos tienen tasados los tempos de actividad, Williams (mi hipótesis) necesitaría el concurso de cómplices necesarios que alivien los trámites porque sola no podría. Alpine viene aquí que ni pintiparado. Acogería de buena gana a De Vries con la aquiescencia de Toto Wolff, y con la excusa de valorar quién será el segundo de Esteban Ocon, nuestro protagonista podrá hacer kilómetros en el A521 del año pasado en Hungría y reducir el saldo de puntos que lo separan del supercarnet con lo sumado con McLaren en Portimao, o haciendo otro tanto con el FW43B de 2021 cuando Grove lo considere pertinente, y todo ello manteniendo las formas, por muy estúpidas que sean.
Latifi ha anunciado que en 2023 no pilotará para la de Jos Capito, queda pendiente la posibilidad de que Williams monte unidades de potencia Renault la campaña próxima. No, no me parece descabellado pensar que Otmar Szafnauer tenga a De Vries en el bolsillo y haya apostado todo a colocar el propulsor de La Régie proporcionando un empujoncito a las aspiraciones del bueno de Colton.
Os leo.
Lo absurdo es hacer excepciones sólo porque es americano e interesa tener un americano en la F1.
ResponderEliminarLas normas son las que son y punto. Herta ha demostrado ser un cobarde (por no ir a Asia a correr 5 carreras para conseguir la superlicencia) y un llorón.
Y llorones ya hay muchos en F1, no necesitamos más.