Me encanta el bullicio y alegría que reinan a estas horas. Con la victoria de hoy Max Verstappen alcanza un pasito para convertirse en bicampeón del mundo, pero el personal la ha tomado con la gente de la FIA y su contribución al espectáculo: que si esto, que si lo otro, que si muy lentos en reaccionar, que si Monza estaba para bandera roja, que con el Safety Car valía, que ya lo dije en Abu Dhabi 2021 y la medallita es mía, que sí, que no; los puros de corazón a sus cosas, los demás a las suyas...
A mí me sorprende el cierre de filas de nuestras Biblias y santones sobreanalizando una situación que, en el caso de haber tenido otro protagonista, no habría merecido ni el estudio de una coma.
Más allá de esto no puedo aportar nada. Medio volumen de un monoplaza ocupando parte de la pista en una zona relativamente estrecha, comisarios y una grúa, no han sido considerados causa suficiente para replicar un final como el de Azerbaiyán 2021, con lo bien que lo pasamos entonces, y hay que aceptarlo a regañadientes o de buena gana, y felicitar al campeón, of course!, que el asunto de lo público se nos ha puesto tan cuesta arriba que manifestar opiniones propias no es políticamente correcto.
Convenía que ganase Verstappen en el Templo de la Velocidad, Carlos no podía amargar un nuevo podio de Brackley, y, bueno, así ha salido.
Os leo.
Pozí.
ResponderEliminarMientras, tenemos a Stefano rompiéndose la cabeza buscando nuevos formatos que propicien el espectáculo.
Eterno espíritu de contradicción.
1. Si cambias el reglamento para contentar al grande de turno no digas que es para fomentar la igualdad. Manda que siempre haya un equipo que saque 1 segundo A UNA VUELTA al resto.
2. Si hay que hacer una carrera de 2 vueltas se hace.
Fórmula 1!