Gallo que no canta [Mercedes AMG]

Aquel diseño rompedor que suponía una master class para los rivales, surgido de la excelencia alemana y tal y tal y tal, venía de la mano de un montón de problemas que no iban a encontrar solución así como así. Bueno, supimos verlo a tiempo [#Unboxing (Mercedes AMG)], que es lo importante, algo que nos ha ahorrado bastantes pérdidas de tiempo, la verdad.

En fin, el W13 de Brackley nunca ha sido tan malo como proclamaba Lewis Hamilton hasta que ha empezado a sacar la cabeza, pero resultaba interesante que lo pareciera porque Toto Wolff, el hombre que nunca ha querido ganar nada en los despachos, no ha perdido el tiempo obligando a la FIA a que modelara el Reglamento al gusto austro-alemán, siquiera torpedeando las ventajas que obtenía la competencia.

Bien, menciono todo esto porque el monoplaza protagonista de esta entrada no era un hierro —a lo que extraía de él George Russell me remito—, y puede comenzar a proporcionar alegrías ahora que el marido de Susie tiene la pelota (singular) botando en la zona del área que quería. 

Mal que nos siente, la Federación acaba de machimbrar un retoque de Normativa que beneficia a Mercedes AMG más claramente que a otras escuderías, lo que nos pone en que el tercer coche de la parrilla ha encontrado el piso necesario para empezar a atosigar a Ferrari y Red Bull. Por detrás Brackley está comodona de la muerte, ya que ni McLaren ni Alpine están ahora mismo en posición de presentar batalla por su puesto, y por delante le basta con saber aprovechar los numerosos errores y fragilidades de sus oponentes, así que la cosa promete hasta Abu Dhabi, sí señor.

Os leo.