Rodeada de lobos

¡Así da gusto...! Puntualmente, fiel a la cita como todas las temporadas desde 2015 —y con ésta van ocho consecutivas—, Mercedes AMG inaugura el año lectivo anunciando a bombo y platillo que no las tiene todas consigo, que ve muy fuertes a sus rivales, que a lo peor...

Hay a quien la monserguita anual le sienta como una patada en salva sea la parte, aunque considero que si a los de Brackley les ha ido tan bien avisando que viene el lobo, a lo mejor la proclama pesimista forma parte de esas supersticiones que abundan tanto en el paddock. 

Fernando Alonso siempre se introduce en el habitáculo por el lado derecho, se ata la zapatilla izquierda primero, y ahora le ha dado por realizar paseos por los circuitos, porque, cuando no los ha dado, el equipo no ha puntuado. Checo Pérez y Robert Kubica iban acompañados por una estampita de Juan Pablo II; Sebastian Vettel, creo recordar, metía otra de la Virgen en el interior de una de sus botas, después de apretados, pasaba una moneda de la suerte por los cordones del calzado, y, en general, lleva en los bolsillos cosillas que cree que atraen la buena fortuna. Mi Felipe usaba en cada Gran Premio posterior los mismos gayumbos que había llevado en su última victoria...

Este mundo de los «por si acaso» es bastante complejo de explicar pero está extendidísimo en Fórmula 1, de ahí que piense que Toto y los suyos se juramentan a negar la mayor como quien evita pasar por debajo de una escalera o cruzarse con un gato negro, con lo sanotes y divertidos que son los panteritas. Eso sí, escuchando el consabido «estamos rodeados de lobos» de Mercedes AMG, uno sabe sin mirar el reloj ni el calendario, que la temporada va a echar a andar, no falla.

Os leo.