Sin hype no hay paraíso

Liberty está asediándonos por hambre y verás tú la que liamos en cuanto suelte un poco de alpiste, pero no del que nos suministraba Haas el otro día, sino del bueno, del que alimenta de verdad: coches en pista haciendo tiempos que podremos comparar aunque no debamos, ofreciendo sensaciones que podremos comparar, permitiéndonos escuchar a los auténticos protagonistas para sacar conclusiones y comparar, verbo que, junto a «debatir», avivará unas redes sociales que a día de hoy parecen muertas.

La verdad es que no sé en qué está pensado la norteamericana, ni Ben Sulayem tampoco, que se entronó a mediados de diciembre, soltó cuatro palabras bonitas y apenas lo hemos visto, ni siquiera en el ojo del huracán montado alrededor del Hamilton vs. Masi...

Martes 8 de febrero y esto se asemeja a los instantes previos de los sanfermines. Los toros en los Corralillos del Gas y nosotros rezando al santo al comienzo de la cuesta de Santo Domingo, esperando con el periódico en la mano al chupín y a que abran corrales. No hay derecho, para qué vamos a negarlo, pero donde manda capitán no manda marinero y fin de la cita.

Me parece un absoluto desperdicio. El invierno es como es, pero si el aficionado iba a ser la prioridad para Liberty Media desde que arrinconaron a Ecclestone, ésta es la manera más bastarda de cuidarlo. Al menos el anciano Boss salía cada lunes por la mañana y regaba la silly season como una parte indispensable del espectáculo. Al igual que los pilotos para Enzo Ferrari, que no eran lo importante para La Scuderia pero siempre se buscaba a los mejores, para Bernie eran más atractivos los septuagenarios que gastaban Rolex, pero, a la hora de la verdad, bien que sabía hacernos cosquillas en los pies con cualquier ocurrencia, ¡qué gracia tenía el joío!

No sé cómo acabará todo porque ni siquiera conozco cómo va a comenzar, que sé que os pasa, pero el 10 de marzo próximo intuyo que se va a montar...

Os leo.