La prensa anglosajona parece una «Flying Scotsman» quemando carbón a todo trapo, y, sinceramente, no veo mal desear que descarrile este próximo fin de semana, siquiera para que a partir del lunes nos explique la grandeza del GOAT en el caso de que el británico pierda la segunda vez que se enfrenta de tú a tú con un enemigo real.
A Nico Rosberg lo trataron tan horrorosamente mal que perfectamente podía haberme disfrazado de alemán para la cita en Yas Marina, pero considero que es mejor hacerlo de naranja.
La estadística también me da la razón. De las tres veces que el inglés se la ha jugado a una sola carta (2007, 2008 y 2016), sólo frente a Massa pudo salir airoso y por carambola del destino. Un 33'3% de éxito no es algo que permita sacar pecho, menos cuando en Abu Dhabi puede suceder cualquier cosa —razonable, se entiende—, pero, bueno, los british ya están vendiendo la piel del oso sin haberlo cazado, olvidando otra vez el fair play, el respeto al rival, y que desmerecerlo empobrece a tu héroe...
A Max le ha caído de todo y por eso voy con él —tal vez haya en esto algo de conciencia de clase, lo admito—. Es uno de esos tipos que tienen capacidad para romper el guión establecido, escasos estas últimas décadas, y de los dos cabronazos que dirimirán sus cuitas a partir del sábado, es el cabronazo que me merece mayor respeto. Pirelli no le ha facilitado ningún favor, se ha dejado una tonelada de puntos en hazañas bélicas, pero ha llegado a la última carrera siendo líder de la general. Tenía obligación de hacerlo y, repito, el de Red Bull lo ha hecho.
No me voy a casar con ellos, no tengo sueños humedos con ninguno de los dos, pero voy con Max porque considero que, en esa papanatada de la mejor temporada F1, el asalto final requiere disfrutarlo como se merece y que los aficionados tomemos partido por uno de los contendientes, y puesto que la melifluidad y la equidistancia refuerzan el mediocre relato oficial y es un pecado que no estoy dispuesto a cometer, me quedo con el menos hipócrita.
Por suerte no estoy colonizado por el discurso imperante, vayan por delante mis disculpas. Hay dos tíos con posibilidades y uno es el futuro —¿no consistía en eso lo de 2007?—, y muero de ganas por ver cómo acaba todo. El domingo por la tarde felicitaré al vencedor del campeonato, pero, ahora mismo, el cuerpo me pide ir con Verstappen a muerte, porque esto es un deporte y dicen los anglosajones que quien gana es el mejor.
Os leo.
Oye, pues, que Max sería de Bilbao y eso... ;)))
ResponderEliminarPues hombre, coincido en preferir que gane Max el mundial, pero sobre todo por correr con un coche muy muy inferior a mercedes. Es una cuestión de mérito. Simpatías a parte.
ResponderEliminarUn saludo.
Álvaro.
Apunta otro que irá con Max. Pero solo por esta vez (como tú). Me cae infinitamente mejor que HAM y, aunque no le perdone lo de Austria, a diferencia de Lewis es honesto y merece este mundial más que él. Ha sido mejor los sábados, tiene más victorias pese a que los "huevos crudos" de Pirelli le quitaron la victoria en Bakú, la FIA otras cuantas con su cambio, el propio Lewis le robó la de Silverstone... espero que no pierda los nervios otra vez porque ha sido el mejor de largo entre ambos.
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ResponderEliminarHola,
Pues aquí otro que se suma a la oficiosa peña Pro-Max. No me pareció sano lo que ocurrió en el GP de Arabia, pero a lo largo de la temporada, los Merche han impactado contra él demasiadas veces como para no concederle el beneficio del cabreo en la gestión de una carrera que Masi se empeñó en controlar a su manera...
No sé cómo lo gestionará el Tito Helmut, pero, teniendo a Gasly o Tsunoda por ahí, deberían darles los coches más rápidos de la temporada, y hacer equipo para desestabilizar a los Mercedes, aunque ya tienen experiencia desde 2010 en eso de jugar en equipo con peones variados.
El domingo habrá que felicitar a un campeón, si es Max porque romperá la hegemonía dominante, en todos los aspectos, si es Lewis porque por primera vez se lo habrá sudado y merecido ganando a un rival de su mismo nivel.
Salu2!
En cuanto al tema del GOAT si Lewis consigue su octavo cetro... vaya por delante que no soy nadie para restar mérito a nadie, algo que siempre he despreciado, solo expongo mi opinión y trato de argumentarla dentro de un contexto. En este caso, siempre digo la misma frase, sobre todo referido a la F1: cada vez más, la nacionalidad influye más que el talento.
ResponderEliminarEn este negocio hay infinitos casos de talento perdido por falta de apoyo, pero por ir al más tangible: si Fernando hubiese nacido en la mierda de pueblo de Stevenage (ojo, el propio Lewis también lo piensa), ahora mismo tendría en su haber los entorchados de 2005, 2006, 2007, 2008, 2014, 2015, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021. De 2... a 11. ¿Y cambiaría algo la realidad del valor? El inglés es un fenómeno como también lo fueron otros y habría que juzgarlo por su talento en pista, sus rivales y no por sus números, pues durante toda su carrera siempre tuvo a los mejores zapadores delante (prensa, FIA y jefes de equipo) y así resulta muy difícil valorarlo.
Llegó vivo a 2007 porque inventaron una sanción contra su compi (ilegal), en 2008 el depósito de Heikki nunca fue en reserva y si hubieran anulado la carrera de Singapur... además eligieron a su rival más débil (Massa en lugar de Kimk). Y en la final, aunque jugó sucio contra Nico, el alemán, que es un piloto muchísimo mejor de lo que él mismo cree, fue brillante. Por cierto, aunque no viene al caso, la vuelta de Q3 de ROS, al límite y bajo presión, es una de las mejores que recuerdo; 4 décimas al GOAT y con error incluido del alemán... ;)
Lo de GOAT es por lo de cabra (el macho, concretamente), ¿No? Si es así estoy totalmente de acuerdo con la calificación... 😉
ResponderEliminarOtro que prefiere que gane Mad Max
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