Después del golpe de mano de hace una semana [Golpe de mano en Portland], Álex Palou nos brindó una carrera cold mode en Monterey (WeatherTech Raceway Laguna Seca), en la que demostró su pericia a la hora de retener el liderazgo del campeonato, evitando meterse en problemas con tal de llegar vivo a Long Beach y poder jugar allí la mejor baza para llevarse la NTT IndyCar Series de este año. Pero no adelantemos acontecimientos.
El Grand Prix of Monterey tenía un claro favorito: Colton Herta. El de Santa Clarita partía desde la pole con la única misión de ganar, toda vez que la presión la llevaban encima los candidatos para conseguir la Serie y la clasificación en Laguna Seca no había sido bondadosa con ninguno de ellos.
A destacar el meritorio el trabajo de Romain Grosjean concluyendo tercero. En una disciplina en la que el coche no es tan determinante como en Fórmula 1, el ex de Haas demostró que sigue siendo un piloto rápido con capacidad para estar arriba y mantenerse.
En fin, la carrera terminó con Herta primero, Palou segundo, Grosjean ocupando el tercer cajón, seguido por Rahal y O'Ward, quien aún mantiene posibilidades reales en la lucha por la Serie, ya que las de Newgarden son exiguas y Scott Dixon dijo adiós a las suyas tras acabar décimo tercero en Laguna Seca.
Queda tan sólo el Acura Grand Prix at Long Beach, que se disputará este próximo fin de semana en la ciudad costera californiana, y aunque todo indica que este campeonato IndyCar 2021 puede tener sabor español, queda lo peor para Álex y sus seguidores: materializar el sueño.
Os leo.
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