Bottas se calzaba la pole para el Gran Premio de Emilia-Romagna por poquito menos de una décima sobre Lewis Hamilton, obviamente, y bueno, tras hecho tan notable sólo nos queda poner una vela a san Enrique de Upsala y cruzar mucho los dedos, pero mucho mucho, hasta que duelan, por ver si hoy domingo la cosa renta y el finlandés logra poner algo de pimienta en el suma y sigue que lleva el británico entre manos.
Es temprano y festivo, y aprovechando esta anotación y que hemos salido ilesos de la tontuna del Halloween —gracias a Dios, salvo a Jimmy Fallon no conozco a ninguna celebridad de las que me propone Twitter como indispensables con sus coño disfraces—, quiero hacer mención a lo dulzones que nos ponemos en cuanto está el pescado vendido. Sí, entre la tarde de ayer y las horas que llevo levantado he podido leer algunas breves alabanzas al piloto de Nastola, incluso alguien, lejano, of course!, ha sido capaz de esbozar un bello pensamiento hacia él: ¡pena que sea tan buen chaval!
Os leo.
Está claro que además de ser bueno... hay que nacer con estrella...
ResponderEliminarPara una vez que:
hace la pole + sale bien + Max se cuela obstruyendo a Ham = llevarse por delante un trozo de coche y arruinar el fondo plano
Aunque no fue el único ayer en sentirse olvidado por la diosa fortuna...
Checo pierde el podio (y está bastante enfadado con el equipo, él no quería entrar a boxes).
Vettel, pa una vez que estaba donde, por presunto pilotaje y coche, debería estar tiene un mal pit stop.
Perra vida...