viernes, 31 de julio de 2020

Cuando lo que queda es fingir


Mala papeleta tiene que jugar Toto cuando, a falta de rival creíble, anda en la obligación de buscarse monstruos en el armario, debajo de la cama, en las esquinas, con tal de mantener vivo un campeonato que moría definitivamente en el pasado Gran Premio de Styria, cuando el austriaco no tuvo la gallardía de interpretar a Enzo Ferrari en Imola 1982.

Vivo entre cuñadas y en condiciones de fuego real, sé de qué palo va esto. Mi miedo era mi suegra pero (yo) sabía que el tiempo estaba de mi parte. A Wolff, en cambio, el tiempo le viene en contra. Por avatares del coronavirus lo que debía valer para 2020 se prolongará hasta finales de 2021 y no sé si la capacidad del manús de Brackley dará para tanto fantasma como resultará necesario para mantener el tipo. 

Hablaba esta mañana con Miguel y le confesaba que de Milton Keynes para abajo la peña se ha juramentado en demostrar que lo de Mercedes no es ni medio normal, tascando freno, claro. Pena que haya tanto bobo suelto que no diferencia un dominio técnico de un te la he metido doblada y pretendo mearte encima mientras te digo que llueve...

Mala cosa es que todo consista en fingir que hay demonios cuando no hay nadie ahí fuera —que no lo hay, ni siquiera en el caso de Bottas—, porque la comodidad impone sus gabelas y resulta mucho más tramitable hacer que vives entre sustitos flanderianos que exponerte a que un oponente con dos avellanitas y un palo te consagre como el mejor de todos los tiempos. «¡Gira, gira carrusel!» cantaban Víctor Manuel y Ana Belén, pero dan ganas de apoyarse en el gran Melville cuando en su obra maestra el capitán Ahab arengaba a su tropa así: «¡Bebed, arponeros! ¡Bebed y blasfemad!, hombres que tripuláis la mortal proa de la lancha ballenera: ¡Muerte a Moby Dick...!»

Os leo.

2 comentarios:

  1. El problema, si se me permite, no es que Mercedes va sobradísima, sino que va resobradísima y tratan de no demostrarlo.
    Así, se pasan el GP al 90% (por decir algo) de su capacidad. En un circuito como Silverstone, rapidísimo, no doblan ni un solo coche... y por no abrir hueco (VER estaba a unos 10 segundos de HAM cuando entró a cambiar ruedas para la vuelta rápida), se encuentran a falta de 3 vueltas con unas ruedas que se deshacen.

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  2. Siempre he pensado que Mercedes compró (o le regalaban: por volver como equipo para compensar el peso de Ferrari) seis campeonatos. Lo gracioso es que de reb(r)ote se va a llevar dos más.

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