jueves, 18 de junio de 2020

No, no es el mensajero


Parece temprano para tomarse tanta molestia. El RP20 de Racing Point ni siquiera ha rodado en formación de combate, que será cuando empiecen a caer bombas de 500 kilos a la de Silverstone y se recrudezca el asunto de las similitudes de su vehículo con el W10 de Mercedes AMG...

Y sí, parece temprano para echar la culpa al mensajero de un problema que ha surgido en el propio paddock, ya que no es la prensa, ni mucho menos la que trata de emborronar los logros de la competencia con tal de encumbrar a los afines (sic), quien ha levantado la liebre cuestionando la ética del prodecimiento utilizado por Racing Point a la hora de sacar adelante su monoplaza para este año.

Guenther Steiner se refería en febrero en estos términos a la de Lawrence Stroll: «Yo lo veo así. Usan muchas piezas de Mercedes en su coche, entonces, ¿por qué iban a copiar a Red Bull? En nuestro caso es igual...» [Steiner, contra Racing Point: «Hay que pensar antes de hablar»]. En abril, era Cyril Abiteboul quien la trataba así: «Es la primera vez, al menos en mi memoria desde que estoy en la Fórmula 1, que la gente se enorgullece del trabajo de copiar, el trabajo de falsificar. Como cuando encuentras a un falsificador que está muy satisfecho con el trabajo que ha hecho...» [Abiteboul: Racing Point, «orgulloso» de copiar a Mercedes]; y días después, era Claire Williams quien usaba estas palabras en referencia al bajo rendimiento de su equipo: «no es por no tener un Mercedes de color rosa...» [Williams no seguirá la estrategia de Racing Point con Mercedes].

Resulta obvio que los mensajeros se han limitado a recoger el sentir de al menos tres de las escuderías que componen la parrilla, un 30% de ella, por concretar, y los que se hicieron eco de lo dicho por Andrew Green a comienzos de mayo a cuenta de la visita de la Federación a las instalaciones de la británica: «Siempre tomábamos muchas cosas, y este año es la primera vez que hemos tenido una hoja en blanco y hemos podido optimizar lo que le estamos comprando a Mercedes...» [FIA visitó a Racing Point para revisar su «Mercedes Rosa»].

Ni siquiera el asunto ha salido de las cabeceras españolas: «Racing Point openly admitted at preseason testing that they had based the design of the RP20 on photographic images of the 2019 Mercedes car. While teams may not be entirely appreciative of this design method, there is nothing in the regulations to prevent this practice...» [FIA give the «Pink Mercedes» the all clear], ni la visita de la FIA se debió a que lo había leído en los medios.

Sí, repito, parece muy pronto para matar al mensajero cuando no ha sido él y, en cierto sentido, lo mejor está por llegar.

Os leo.

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