Me fascina la lucidez que asalta a los líderes cuando están a punto de abandonar su cargo, me parece paradigmático de lo sencillo que resulta vender consejos que para mí no tengo, que diría mi abuela.
Hace prácticamente un mes zurraba a Monsieur Le Président [Y parió la abuela] pero hoy toca estar de acuerdo con él, y es que las palabras que Jean Todt ha dedicado en Auto Hebdo a la situación que vive el deporte y cómo puede afectar a su futuro, o cómo debería hacerlo, suenan incluso bonitas [Repenser la façon dont nous courons], tanto que puedes caer en la tentación de preguntarte cómo es posible que en 10 años no se haya encontrado tiempo de abordar la solución de alguno de esos problemas que obligan a repensar la actividad porque el coronavirus ha llamado a la puerta.
Os leo.
A lo mejor, la necesidad de espectáculo vuelve a abrir puertas de par en par para el regreso de algunas figuras, que estuvieron vetadas hasta el día de hoy.
ResponderEliminar