Tenemos tan arraigado que la silly season forma parte de lo nuestro, que aceptamos sin pestañear que la actualidad del deporte venga convenientemente regada de bulos y noticias sin confirmar, total, se formula un artículo o titular en modo condicional y listo...
Parece un ejercicio inocuo que, sin embargo, ha ido adquiriendo con el paso de los años una importancia extrema en el moderno periodismo de Fórmula 1, pues los bulos y las noticias sin confirmar se han convertido en la base de una cantidad notable de referencias en las que la veracidad importa un pimiento. Tampoco es relevante, la verdad, ya que a preguntas sobre sospechas o cuestiones indemostrables, siempre se encontrará una respuesta que las desmienta o matice, con lo cual, la noticia estará servida: tal o cual piloto, o escudería, por ejemplo, desmiente tal o cual información, o aclara esto o aquello, o simplemente no ha cogido el teléfono para dar su versión... o ha llamado mentirosa a la prensa...
En realidad, Fernando Alonso no ha llamado mentiroso a nadie, escuetamente dejó escrito en Twitter enlazando un tuit anterior de Conny: «Joder q ilu!! Tenía q darle a retweet a la primera noticia cierta de las últimas 3 semanas!» [dentro enlace], aunque, obviamente la cosa ha dado para mucho en redes sociales, donde los ofendiditos campan a sus anchas, incluso se ha hablado de deontología periodística, ahí, con dos avellanitas y un palo.
Es guerra perdida, y casi mejor os pongo un vídeo de hace unos años de Denzel Washington llamando las cosas por su nombre, para que entendamos en qué terreno nos movemos y cómo éste asunto nos toca a todos:
El actor define este tipo de actuaciones periodísticas como mierda (BS, bullshit): «En nuestra sociedad, ahora todo es cuestión de ser el primero. ¿A quién le importa?, ¡sácalo! No nos importa quién sale herido, no importa a quién destruimos, no nos importa si es verdad; sólo ¡dilo, véndelo! En cualquier cosa en la que practiques esto serás bueno, incluso en la mierda...»
No me enredo. Estamos en pleno fregao FIA/Ferrari vs. prensa, y por lo que he leído sólo tenemos un comunicado oficial y varias opiniones al respecto, que, a su vez, han originado más y más opiniones y una cascada de noticias con los pies de barro porque parten de sospechas sin contrastar y porque ninguna de las protagonistas principales ha afirmado, desmentido o matizado, lo expuesto el viernes pasado por la Federación.
Habrá noticias buenas, seguro, porque esto funciona igual que en programas que todos sabemos cuando hacen eso que pomposamente llamamos basura, como si no fuera con nosotros. Alguien acabará contestando desde Maranello o la FIA, no me cabe duda, y seguiremos con el rueda rueda...
De lo que no nos enteraremos es de la razón que ha llevado a herr doktor Marko a elevar de categoría a Alpha Tauri, que ahora es hermana de Red Bull y no el equipo junior que venía siendo desde 2006.
No interesa saber cómo afectó económicamente a otros equipos esta curiosa circunstancia, por la cual, la austriaca ha dispuesto durante años de cuatro coches en vez de dos, incluso para hacerse varias pretemporadas juntas en 2019; ni qué tipo de influencia ha podido llegar a tener en los campeonatos mundiales de 2010 a 2013. No, esto no interesa ni, por lo que se ve, ha lesionado los intereses de nadie...
Decía al comienzo que utilizar los bulos y las noticias sin contrastar parece un ejercicio inocuo que ha ha adquirido un excesivo peso en el moderno periodismo de Fórmula 1, primero de todo porque se está cargando a los buenos profesionales que, tratando de contrastar su información, pierden la oportunidad de llegar los primeros; en segundo lugar, está dinamitando la necesaria credibilidad que sustantiva el ejercicio del periodista; y por último, ha abierto la puerta de par en par para que, quien quiera hacerlo, deslice una falsedad con la certeza de que germinará en una afición cada vez más dada a tragar cualquier cosa, sobre todo si ésta encuentra eco en los medios.
Os leo.
Es guerra perdida, y casi mejor os pongo un vídeo de hace unos años de Denzel Washington llamando las cosas por su nombre, para que entendamos en qué terreno nos movemos y cómo éste asunto nos toca a todos:
El actor define este tipo de actuaciones periodísticas como mierda (BS, bullshit): «En nuestra sociedad, ahora todo es cuestión de ser el primero. ¿A quién le importa?, ¡sácalo! No nos importa quién sale herido, no importa a quién destruimos, no nos importa si es verdad; sólo ¡dilo, véndelo! En cualquier cosa en la que practiques esto serás bueno, incluso en la mierda...»
No me enredo. Estamos en pleno fregao FIA/Ferrari vs. prensa, y por lo que he leído sólo tenemos un comunicado oficial y varias opiniones al respecto, que, a su vez, han originado más y más opiniones y una cascada de noticias con los pies de barro porque parten de sospechas sin contrastar y porque ninguna de las protagonistas principales ha afirmado, desmentido o matizado, lo expuesto el viernes pasado por la Federación.
Habrá noticias buenas, seguro, porque esto funciona igual que en programas que todos sabemos cuando hacen eso que pomposamente llamamos basura, como si no fuera con nosotros. Alguien acabará contestando desde Maranello o la FIA, no me cabe duda, y seguiremos con el rueda rueda...
De lo que no nos enteraremos es de la razón que ha llevado a herr doktor Marko a elevar de categoría a Alpha Tauri, que ahora es hermana de Red Bull y no el equipo junior que venía siendo desde 2006.
No interesa saber cómo afectó económicamente a otros equipos esta curiosa circunstancia, por la cual, la austriaca ha dispuesto durante años de cuatro coches en vez de dos, incluso para hacerse varias pretemporadas juntas en 2019; ni qué tipo de influencia ha podido llegar a tener en los campeonatos mundiales de 2010 a 2013. No, esto no interesa ni, por lo que se ve, ha lesionado los intereses de nadie...
Decía al comienzo que utilizar los bulos y las noticias sin contrastar parece un ejercicio inocuo que ha ha adquirido un excesivo peso en el moderno periodismo de Fórmula 1, primero de todo porque se está cargando a los buenos profesionales que, tratando de contrastar su información, pierden la oportunidad de llegar los primeros; en segundo lugar, está dinamitando la necesaria credibilidad que sustantiva el ejercicio del periodista; y por último, ha abierto la puerta de par en par para que, quien quiera hacerlo, deslice una falsedad con la certeza de que germinará en una afición cada vez más dada a tragar cualquier cosa, sobre todo si ésta encuentra eco en los medios.
Os leo.
Con internet está pasando lo mismo que con la dinamita: es un invento fantástico pero termina siendo mal usado.
ResponderEliminarSaludos desde el Coño Sur.;)