Se nos vienen encima jornadas difíciles pero Nürbu siempre está preparado. Aguantamos juntos los trallazos brutales de ETA; las empitonadas de la crisis originada por la codicia de nuestra clase económica y la cobardía de la política. Vivimos hombro con hombro aquel desgraciado y trágico 11 de marzo de 2004 y resistimos durante el 15M de 2011...
Cambian los nombres de nuestros magos, pero seguimos siendo Aylan varado inerte en la playa y mientras me quede aliento seguiré al lado de quien me necesite sin importarme un carajo qué confesión religiosa o ideología profese.
He dado tierra aquí a Guardia Civiles y a policías nacionales, a compañeros de partido, a opositores y a pilotos de nuestra Fuerza Aérea, a amigos, a los de Charlie Hebdo, a parientes, familiares, a mi padre y mi hermano Julián, y a gigantes como Lourdes, Horst, Darío y Roberto, y a seres esencialmente buenos como Marnie, Currete, Iron, Pinto o «la puti» de Pedro. Despedí a Celes, a Patxo y al padre de mi buen Héctor... Esto parece un puto cementerio pero los sabidos entendemos que es algo más y aquí vamos a seguir a cuenta del coño coronavirus porque más allá de que estéis de acuerdo con mis idas de olla diarias, o no, formamos una familia cuyos lazos no hay Dios que entienda.
Toca quedarse en casa y contener la pandemia, pero literatura no os va a faltar porque soy el segundo hijo de Matilde y Julián y a chubarra me ganan pocos. Hay que leer sobre Fórmula 1 o motorsport para hacerlo más llevadero, y aquí que os juro que material para entreteneros váis a tener a mansalva. No es el arco ni la flecha, es el arquero, y estoy dispuesto y en línea, porque no hay nada que me encandile más que llevar la contraria y tocar las pelotas a los que ahora mismo están pensando en qué demonios van a escribir de aquí a mayo.
Hay mucho material, y por mi parte, sigo sintendo el mismo impulso infantil que me llevó a abrir este sitio un lejano 3 de agosto de 2007. ¿Quién dijo miedo, si seguimos juntos?
Os leo.
Y todo el mundo debe saber que aunque en casa, nadie está solo.
ResponderEliminarUn saludo
Sr.Polyphenol
Aquí estamos Jose. Aprovecharemos para leer, ver, escuchar todo lo que nos dejen en estos días.
ResponderEliminarMe cuentan que alguno se ha puesto mascarilla y se ha cerrado en su habitación para que le dejen tranquilo. Lo que no dice el artista, es que en su habitación, además de conexión a internet, tiene los ordenadores, los libros y más de 1500 revistas de temática automovilística. También unos dvds con Grand Prix, Le Mans, Rush, y la vida de Fangio, Moss, Clarck, Steward, Fittipaldi,... Seguramente tenga que bajar al trastero a por el viejo VHS para ver las temporadas del 90 y 92 del Mundial de Rallyes, pero lo hará con nocturnidad y alevosía para que no le pillen. Mientras, sigue tosiendo para que le escuchen...
Hala, ya he contado un relato distópico!
Salu2!