Mientras la equidistancia lleva camino de producir más víctimas en nuestro ombliguito del mundo que soldados británicos cayeron en Galípoli, me apetece abrir el día de Reyes remarcando la enorme divergencia que se está estableciendo en la percepción de los posibles beneficios que traerán las reglas para 2021 que manifiestan, por un lado, la prensa y muchos aficionados, y los jefes y responsables de equipos por otro.
Se percibe mucha euforia en la primera trinchera y, seguramente, demasiado cogérsela con papel de fumar en la otra parte contratante, pero en líneas generales creo que podemos coincidir en que los que pisan paddock y prácticamente viven en él tienen más papeletas para estar más cerca que nosotros de eso que llamamos realidad.
Bueno, en realidad, todo esto no es nuevo. Antes de que llegara la fecha límite a finales de octubre ya escuchamos por boca de Claire Williams que lo importante (entonces) era establecer un marco cuanto antes y que más tarde sería momento de definirlo. Esto, obviamente, justificaba la cautela mostrada por la mayor parte de las escuderías en noviembre [Team bosses unsure of impact of 2021 regulations], pero el caso es que han continuado las advertencias y aquí seguimos, como quien oye llover.
El último en sumarse a lo dicho hace meses por sus compiyoguis ha sido Guenther Steiner [«Very naive» to think 2021 rules will change F1 order], quien incide (de nuevo) en el tema de los límites presupuestarios antes de permitirse llamar ingenua a la corriente de pensamiento que cree que van a cambiar realmente las cosas de aquí a un año...
Horner, Szafnauer, Tost, Marko, ahora Steiner, son bastante gente bajando la temperatura del ambiente, pero quizás sea Frédéric Vasseur quien mejor lo expuso en su día: «There may still be some divergence between the smaller teams and the larger teams over a period of time. Hopefully as revenues continue to grow within the sport with the plans that Liberty [have] and the growth that they expect to see during the next five yearsn I think things will naturally converge...» [F1 must keep rules stable after 2021 shake-up].
El dinero, como siempre. Fijado el límite presupuestario (si es que se consigue a las primeras de cambio), hay que darle tiempo para que su influencia se perciba en el grueso de la parrilla y eso nos pone en que sus beneficios comenzarán a notarse a partir de 2023 o 2024, no antes.
¡Largo me lo fías, Sancho...! Pues parece que sí, porque la normativa técnica, por sí sola, no va a traernos más adelantamientos ni más competitividad en pista si no está respaldada por equipos que, dentro de sus respectivas posibilidades, jueguen con las mismas o parecidas cartas que las escuderías de arriba, esas mismas que ya están preparando sus cacharros para el gran cambio de normativa sin sufrir las angosturas presupuestarias que aquejan actualmente a las iniciativas pequeñas, ni, mucho menos, están sujetas a los rigores de un plan de contención económico que empezará a estar vigente el 1 de enero de 2021, y eso al alba y con viento de poniente y tal...
Os leo.
El dinero, como siempre. Fijado el límite presupuestario (si es que se consigue a las primeras de cambio), hay que darle tiempo para que su influencia se perciba en el grueso de la parrilla y eso nos pone en que sus beneficios comenzarán a notarse a partir de 2023 o 2024, no antes.
¡Largo me lo fías, Sancho...! Pues parece que sí, porque la normativa técnica, por sí sola, no va a traernos más adelantamientos ni más competitividad en pista si no está respaldada por equipos que, dentro de sus respectivas posibilidades, jueguen con las mismas o parecidas cartas que las escuderías de arriba, esas mismas que ya están preparando sus cacharros para el gran cambio de normativa sin sufrir las angosturas presupuestarias que aquejan actualmente a las iniciativas pequeñas, ni, mucho menos, están sujetas a los rigores de un plan de contención económico que empezará a estar vigente el 1 de enero de 2021, y eso al alba y con viento de poniente y tal...
Os leo.
muchas gracias por tu post y tu estilo con la pluma.
ResponderEliminarprimera visitat y amé tu trabajo
muchos cariños desde santiago de chile, ciudad en llamas de amor y locura.
Se ha perdido el romanticismo por la estricta normativa(depende a quien se mire, of course).
ResponderEliminarLa parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte...
jajajajaja Groucho era Dios :)